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Juan Carlos Girauta

El tiro por la culata

A los materialistas les ha de molestar la dinámica inequívocamente dialéctica de todo esto: de la tesis franquista y la antítesis marxista a la síntesis de Pío Moa.

El PSOE ha empezado a darse cuenta de los peligros del montaje llamado recuperación de la memoria histórica. El correr de los años, que un día permitió virar de la historiografía franquista de la Causa General a la historiografía marxista de la causa particular (de Tuñón y sus epígonos), vuelve a permitir una visión más ajustada a la realidad.

A los materialistas les ha de molestar la dinámica inequívocamente dialéctica de todo esto: de la tesis franquista y la antítesis marxista a la síntesis de Pío Moa. Por doloroso que les resulte a los socialistas de todos los partidos, después de Moa nada será igual. Hay por ahí un catedrático que lo ha visto y ha titulado su obra Antimoa, rindiendo a nuestro colega gallego el más inesperado homenaje. El parásito editorial, marxista al fin, comprende que hay que reanudar el proceso: la síntesis, Moa, es ahora tesis principal, a pesar de todos los vacíos. Y él quiere ser antítesis. Antimoa, qué obvio. Y qué reconocimiento para el autor de la gran trilogía.

Mientras todas estas mutaciones se operaban, el PSOE abría su cajita del veneno y Rodríguez convertía a su abuelo en pin, se lo colgaba en la solapa e insultaba a la madre de Irene Villa: "La comprendo, también mataron a mi abuelo". Tanto falsificar abuelos muertos, tanto aprovecharse de ellos, tanta mala fe y tanta ignorancia juntas impedían a los herederos de Largo Caballero adivinar lo que ha acabado sucediendo. Que su montaje ha sido contraproducente.

Es el problema que tienen los progres. Que no leen. Declaran una Guerra Civil de papel y no se arman, no preparan la lección. Vienen con cantinelas que ya a nadie impresionan, con sus conceptos irreconocibles y sus prolongaciones increíbles. Pero su voluntad única era mantener al PP abatido y consternado, pidiendo perdón vicariamente por una República liquidada, una guerra fratricida y cuarenta años de franquismo. Y se encuentran con que la gente devora los libros inadecuados. ¡Ay, la felicidad de los libros inadecuados, mapas de la libertad!

A Rodríguez le ha salido el tiro de la memoria histórica por la culata del analfabetismo funcional de la progresía. Así que debatamos, debatamos sin tregua mientras el PSOE se queda más solo que la una con su ley, entre un PP que se mantiene erguido por no reconocerse heredero de nadie y unos comunistas y separatistas empeñados en revisar un millón de procesos judiciales y en sentar en el banquillo a alguien, de propina. Que empiecen por su querido genocida, que lo tienen a mano.

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