Luis Lebredo (Redlands, California, USA) me envía su versión de los 10 puntos contenidos en el "decálogo de Peñalba". Los someto a consideración de los libertarios. Mis comentarios o aclaraciones van entre corchetes.
- Nadie puede ser neutral ante el cáncer [ni, por tanto, ante las próximas elecciones].
- El izquierdismo es una enfermedad infantil del comunismo.
- Si Dios nos hubiera querido iguales, nos hubiera hecho así. ¡Viva la diferencia! [a propósito del igualitarismo socialista].
- Es más fácil abusar de los cobardes [los que se rinden ante el terrorismo].
- El socialismo es una dictadura. [Por eso el Gobierno actual se codea con los dictadores].
- Simplemente hay que insistir en la verdad. [No tanto desvelar la falsa realidad que nos presenta el Gobierno].
- Los socialistas odian a España y a los Estados Unidos.
- Los socialistas son fanáticos y se sienten dueños de la verdad absoluta.
- La Unión Soviética llamaba a sus colonias "democracias populares"
- Los socialistas son la autoproclamada elite con derecho a decirnos a todos los demás─ que somos estúpidos─ desde qué pensar hasta qué comer y todo lo demás.
Queda dicho, por mi parte, que lo de la forma de decálogo es solo un truco retórico. El famoso texto de Peñalba lo estoy transformando en un documento más hecho. No me atrevo a estamparlo aquí; sería fatigar demasiado a los pacientes libertarios.
Como consecuencia de la "Declaración de Peñalba" (él la llama así), uno de los tres concelebrantes, Víctor Pérez Velasco (el otro fue Julio Henche) me envía uno de sus sentidos romances que reproduzco para ilustración de los libertarios. Don Víctor sí ha sido un auténtico libertario en su prístino sentido.
La declaración de Peñalba: el compromiso con la acción
El motivo:
Me gusta hablar en cristiano
tirando de poesía,
es una forma que aumenta
el mensaje que me guía.Amando, mi buen amigo,
hizo una Declaración,
que se llama de Peñalba,
por ser donde allí nació.Con toda solemnidad
quiero ahora yo asumir,
que ésta su Declaración,
también me vincula a mí.Y como buen ciudadano
odio estar indiferente,
por tanto quiero apoyar,
este gesto tan decente.Pedida:
Hoy quiero pedirle a Amando
y a Julio Henche, también,
que me avalen con sus firmas
para hacerme del PP.Y si por fuer de la Historia
otro Santiago viniera,
que la misma arma traidora
unidos nos abatiera.Que a esta España emergente,
en su renovada fe,
mejor puede defenderse
militando en el PP.Si lo perfecto buscáis,
nunca jamás lo hallaréis,
y en vuestro perfeccionismo,
al adversario os vendéis.Por tanto conciudadanos,
no lloréis con gris lamento,
dad un paso hacia adelante,
y abordemos nuestro encuentro.Un encuentro ciudadano
en un ágora bastión,
en un partido sensato
que apoye nuestra visión.
Fernando Oliván comenta: "Desde lo del Estatuto de Cataluña, siento que los contrarios a la existencia de una nación [la española] con tanta historia, fuente de orgullo y libertad, están definitivamente ganando la partida". Para conjurar ese peligro, don Fernando no ve otro cauce que "crear un partido nacional..." que actúe como bisagra y pueda dar la mayoría al PP o al PSOE... ¿Podría ser este partido una proyección de Ciutadans?". Luego viene el consejo: "Abandone usted el PP y encabece un proyecto de esta naturaleza". Dios me libre de encabezar nada. Solo aspiro a trabajar en la base. Por otra parte, la iniciativa de don Fernando, bienintencionada como es, solo puede beneficiar al PSOE y a los nacionalistas. Me parece más sólido esforzarse para que el PP sea un gran partido nacional. Ojalá lo fuera también el PSOE. Las bisagras, al chatarrero.
María de la O Olmedo Babé propone un movimiento para nominar a Esperanza Aguirre como candidata para la Presidencia del Gobierno. Razona: "Esperanza es oveja, lobo y pastor en una persona". Excelente definición. Recuerdo que María de la O y Esperanza responden a la misma advocación de la Virgen: su condición más humana.
Siguen las iniciativas para asignar un epíteto al actual presidente del Gobierno. Julio Hernando Alonso (Aranda de Duero, Burgos) propone modrego. Proviene de una voz arábiga (hatraq) que significa "charlatán", emparentada con otra portuguesa (boldrego) que equivale a "sucio". Modrego se define como "sujeto desmañado y que no tiene habilidad ni gracia para nada".
M. Caballero propone otro epíteto: galavardo (= hombre alto, desgarbado y dejado, inútil para el trabajo).
