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EDITORIAL

La estafa de una OPA política

Desde el primer momento fue evidente que Gas Natural no se regía por principios de mercado, sino que basaba su OPA hostil contra Endesa –una empresa mucho mayor y solvente– en el ilimitado y discrecional impulso político del gobierno a dicha operación.

La Audiencia Provincial de Madrid ha acordado levantar la suspensión cautelar de la OPA lanzada por Gas Natural, lo que desbloquea también la oferta de E.ON y erradica el último obstáculo judicial que interrumpía el proceso de opas sobre Endesa.

A medida que se acerca la hora de los accionistas, va quedando más y más de manifiesto la monumental estafa que, no sólo para trabajadores y consumidores, sino también para los accionistas de Endesa constituía el ya de por sí escandaloso impulso y padrinazgo político del gobierno de Zapatero a la OPA hostil planteada por Gas Natural. Si esta última ofrecía 21.30 euros por acción –de los que los accionistas recibirían 7,34 euros y media acción nueva de Gas Natural-, Endesa ha superado este martes los 37 euros por título en la sesión de bolsa situándose en la segunda posición de la tabla de subidas del Ibex 35.

Desde el primer momento fue evidente que Gas Natural no se regía por principios de mercado, sino que basaba su OPA hostil contra Endesa –una empresa mucho mayor y solvente– en el ilimitado y discrecional impulso político del gobierno a dicha operación.

Zapatero, ciertamente, no ahorró energías para tratar de satisfacer este compromiso con el tripartito nacionalista catalán, verdadero impulsor, a través de La Caixa, de la OPA hostil planteada por Gas Natural. Por mucho que esta perjudicara, a todas luces, a los consumidores, accionistas y trabajadores, Zapatero removió todos los obstáculos –incluido el dictamen negativo del Tribunal de Defensa de la Competencia– para dar luz verde a una operación que ya venía prefigurada claramente en los Pactos del Tinell, y que ha llegado a constituir uno de los más bochornosos escándalos político-financieros de nuestra democracia.

Si no es por las resistencias del Estado de Derecho y, sobre todo, por la intervención de las autoridades comunitarias que han condenado el bochornoso intervencionismo del gobierno de Zapatero, otro gallo hubiera cantado.

En cualquier caso, la dirección de Gas Natural –cuyas acciones han sufrido este martes un recorte del 0,77 por ciento– no puede culpar a Endesa, ni de la decisión judicial que ha desbloqueado no sólo su OPA sino también la de sus competidores, ni de la mala cotización de sus propias acciones. Más bien debería culpar de su naufragio a quienes le embarcaron en esta irreal y bochornosa aventura política.

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