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Isabel Durán

Tiro en la nuca al Estado de Derecho

Con ser tremendas las mentiras de un Gobierno felón y cobarde, más pavoroso resulta aún el cerrado aplauso con el que le ha recibido el Comité Federal del PSOE.

Diez años después de la llegada del cuerpo agonizante de Miguel Ángel Blanco al hospital Donostia de San Sebastián, entraba por la misma puerta de urgencias el sanguinario terrorista José Ignacio de Juana Chaos. El joven concejal del Partido Popular de Ermua moría poco después a causa de los dos tiros en la nuca que le descerrajaron con una pistola de pequeño calibre para que tuviera una muerte lenta. Le dispararon por la espalda, cuando estaba maniatado y de rodillas. El criminal en serie, en cambio, ha ingresado en el centro por su propio pie convertido en un héroe para la causa etarra, se ha tomado "un caldito" y recibe en su habitación a todo aquel que tiene algo que decir dentro de la "izquierda abertzale", mientras es atendido por el Gobierno vasco "con todo cariño".

A Miguel Ángel Blanco lo mataron a cámara lenta tras 48 angustiosas horas de secuestro por negarse el Gobierno a acceder al chantaje de acercar a los presos de la banda. De Juana Chaos, con veinticinco muertos a sus espaldas, hace bandera de su falta de arrepentimiento y de su humillación a las víctimas cuyo dolor le sirve de alimento y, tras chantajear durante 115 días al Gobierno con su propia vida, ha conseguido su propósito. Zapatero le lleva victorioso a su casa una vez se recupere en el hospital que vio morir a Miguel Ángel Blanco. Alega el cobarde presidente, parapetado en su ministro del Interior y su vicepresidenta, razones legales y humanitarias. Ni una cosa ni la otra son ciertas.

Se trata de una decisión política en toda regla llevada a cabo por el mismo Gobierno que calificaba de "escandalosa", de "escarnio a las víctimas" y de "indignante" la excarcelación de De Juana en 2005, cuando iba a salir a la calle tras cumplir sólo 18 años de una condena de 3.000 años por la aplicación del código penal de 1973. Se le abrió entonces una nueva causa por la imputación de los delitos por amenazas y enaltecimiento del terrorismo en dos artículos publicados en Gara por los que la Fiscalía pedía 96 años de prisión. El Ministerio Público cambió su petición y la rebajó a 4 años. Y, finalmente el Tribunal Supremo lo ha condenado a tres años de cárcel. Sin embargo, Zapatero obvia la resolución del Alto Tribunal y le manda prematuramente a casa cuando todavía le falta un año de cárcel por cumplir, amén de los privilegios y retruécanos legales carcelarios para forzar su envío al País Vasco. Añade el presidente que así no habrá más muertos por el terrorismo. ¿Ahora De Juana es víctima del terror?

Con ser tremendas las mentiras de un Gobierno felón y cobarde, más pavoroso resulta aún el cerrado aplauso con el que le ha recibido el Comité Federal del PSOE. El máximo órgano entre congresos del partido fundado por Pablo Iglesias aplaude así el tiro en la nuca al Estado de Derecho dado, no por los terroristas, sino por Zapatero. El silencio y la total falta de crítica del sanedrín socialista que hace dos años ponía el grito en el cielo por la excarcelación judicial del etarra pone los pelos de punta y revela que, a partir de ahora, el PSOE en pleno y no la ETA es quien pretenderá maniatar y poner de rodillas a todo el PP. Los asesinos independentistas vascos ya tienen quien les haga el juego sucio. Un PSOE dispuesto a todo, acusaciones de golpismo o de ser una derecha extrema incluidas, con tal de no perder el poder. Esto no ha hecho más que empezar.

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