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EDITORIAL

Envilecimiento gratuito e impunidad obligada

No contentos con matar el espíritu de resistencia cívica y de fortalecimiento de la ley contra el permanente chantaje de ETA, socialistas y separatistas vascos quieren borrar hasta el nombre de lo que ya es patrimonio de todos los españoles.

Si la nueva retirada de cargos contra Arnaldo Otegi llevada a cabo por la servil Fiscalía es una nueva humillación del Estado de Derecho que exige ETA y la "sucia paz" del frente anti PP, la bochornosa solicitud de socialistas y separatistas vascos para que el Foro de Ermua deje de llevar el nombre de la localidad de Miguel Ángel Blanco supone llevar el agravio a las víctimas del terrorismo hasta al terreno de lo simbólico. Vamos que, no contentos con matar el espíritu de resistencia cívica y de fortalecimiento de la ley contra el permanente chantaje de ETA, socialistas y separatistas vascos quieren borrar hasta el nombre de lo que ya es patrimonio de todos los españoles que aspiran a acabar con ETA a través de su derrota.

Ayer la vicepresidenta De La Vega –esa "pobre mujer" que no tiene más coraje moral que ese "pobre hombre" que ha resultado ser el alcalde socialista de Ermua, Carlos Totorika– trataba de compensar su obligado respaldo a esa bofetada simbólica a la memoria y a la familia del edil asesinado, asegurando que el gobierno iba a "examinar con lupa" las listas con la que los proetarras quieren comparecer de nuevo en las elecciones.

La desfachatez de la vicepresidenta es tanto más notoria cuando al tiempo respalda a una Fiscalía que, con lupa o sin lupa,  no ve ahora el claro delito de enaltecimiento del terrorismo perpetrado por el "intocable" Otegi en el entierro del etarra Arkaitz Otazua, muerto en 2003 tras enfrentarse a unos agentes de la Ertzaintza a los que había tendido una emboscada en el Alto de Herrera.

Por si fuera esto poco, las lupas colaboracionistas de este gobierno siguen sin querer ver las nuevas pruebas que evidencian el vinculo entre el PCTV y ETA-Batasuna, tal y como demuestra el hecho de que uno de los terroristas detenidos en la operación contra la célula Donosti colaboró en la organización de mítines de ese "intocable" y proterrorista partido.

Y es que para seguir siendo compañero de viaje de los separatistas (incluidos los terroristas) hace falta tal traición a los principios, tal traición al espíritu de Ermua y a la letra de la Ley, que no hace falta lupa alguna para saber que el Gobierno del 14-M insiste en sostenerse en el poder "como sea y con quien sea".

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