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GEES

Zapatero está demasiado callado

Señor presidente, ¿de qué negocios habla ETA una y otra vez en su carta? ¿De qué van esas conversaciones? ¿No era usted el que iba a hacer de la transparencia y el diálogo su bandera? ¿No era esta la legislatura del Parlamento como protagonista?

Urge ya que el presidente Zapatero dé la cara después de la entrevista-comunicado de ETA publicada en Gara. Urge porque contiene la clave de toda esta paranoia alimentada por Zapatero. Como ellos dicen, "los ataques armados del 11-M en Madrid acabaron con ocho años de Gobierno Aznar y el PSOE llegó al poder (...) las declaraciones del PSOE y el talante de Zapatero reflejaban voluntad de cambiar (...) ETA entiende que hay intención de poner en marcha un segundo proceso de reforma del Estado español."

Está claro que Zapatero ha errado en el tiro desde el principio. Se ha jugado toda la legislatura a una sola carta: la de solucionar el problema del terrorismo negociando con una gente que vive suspendida en una paranoia delirante de "opresión, ataques al sufrido pueblo vasco, caza salvaje al ciudadano vasco, chantaje del Estado Español". Una gente que habla de represión contra un "pobre señor" que lo único que ha hecho ha sido matar a 25 personas, por poner el ejemplo de De Juana Chaos. Una gente que se cisca en la Constitución española y, por ende, en toda la estructura del Estado, pero de cuyos presupuestos quiere seguir sacando toda la tajada posible, porque sin dinero y sin medios no son nadie. De hecho, estaban casi acabados hace tres años, gracias a la implacable aplicación del Estado de Derecho en todas sus vertientes.

Pero, mira por donde, los hombres de paz de ETA tiene clarísimo lo que quieren y no solo no han variado ni un ápice su discurso, sino que se reafirman en sus trece diciendo sin contemplaciones que utilizarán todos los resortes de siempre para conseguir sus metas: el tiro en la nuca y el coche bomba por delante.

Insistimos en la urgencia de una comparecencia para que el presidente explique por qué se embarcó en una senda tan temeraria como ésta, excluyendo a la mayoría de la sociedad española, que se ha echado a la calle multitudinariamente para pedir su rectificación. Debe explicar por qué ha liquidado el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo que él mismo impulsó para luego arrinconar al principal partido de la oposición en la búsqueda de una solución.

Señor presidente, ¿de qué negocios habla ETA una y otra vez en su carta? ¿De qué van esas conversaciones? ¿No era usted el que iba a hacer de la transparencia y el diálogo su bandera? ¿No era esta la legislatura del Parlamento como protagonista?

La sociedad española tiene y ha tenido meridianamente claro lo que quiere ETA. Por muy delirante y paranoico que sea su discurso, ya lo sabemos. Nada nuevo bajo el sol. Pero, ¿y el suyo? Ya que está recuperado de la vista, urge que recupere usted la palabra. Alto y claro, como lo hacen ellos. La sociedad española es madura y quiere saber las entretelas de esas conversaciones. Ni un minuto más, presidente. Urge.

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