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Amando de Miguel

Congratulaciones

Por cierto, tengo que dar una primicia. La Junta de Gobierno de la Universidad Complutense acaba de corregir la decisión de la Facultad y ha firmado mi nombramiento como profesor emérito.

Antonio-Jorge Serra Mallol (Valencia) interpreta que lo del "emeritazo" no es mucho problema, pues tengo "un alumnado esparcido por todo el mundo que aprendemos y compartimos: esta web"; o quizá haya que decir esta "güevería". Agradezco, una vez más, la cortesía literaria. Por cierto, tengo que dar una primicia. La Junta de Gobierno de la Universidad Complutense acaba de corregir la decisión de la Facultad y ha firmado mi nombramiento como profesor emérito. "Cuando rectifican, son buenos", dijo mi maestro Manuel Fraga refiriéndose a los socialistas. En cuyo caso los colegas de mi Facultad han quedado como Cagancho en Almagro.

Antonio Martínez Planelles (abogado) se explaya: "A veces desearía tener unos millones de euros sueltos para crear una Universidad entera a disposición de personas como usted. Se podría llamar Universidad Liberal Española". Se agradece el desahogo, pero, pensándolo bien, esa Universidad ya está creada. Son muchas las de los países adelantados en donde una persona como yo podría enseñar. Cuando Aranguren se jubiló, su actividad docente se multiplicó a través de sus conferencias en una incansable "Universidad de verano" a su medida.

Juan Antonio Fernández Martínez me envía cariñosamente este latinajo a propósito del "emeritazo": Nulla est ética sine estética. De paso me pide alguna precisión de cómo se escribe esa frase. Entiendo que el aforismo tradicional es Nulla esthética sine éthica, pero adquirió una significación política en la época del franquismo. La historia es como sigue. Con ocasión de haber sido desposeído de la cátedra José Luis L. Aranguren (catedrático de Ética), su amigo, José María Valverde (catedrático de Estética) renunció a la suya. Pronunció entonces la frase antedicha. Solo remotamente se puede aludir con esa frase al "emeritazo" que me han dado, puesto que no ha pasado de una votación negativa por parte de mi Facultad. Lo de nulla sociología sine éthica queda un poco bárbaro y tampoco viene muy a cuento. Al final, el rector de la Complu, por vergüenza torera, no ha tenido más remedio que firmar el nombramiento de emérito en mi minúscula persona. Lo de "minúscula persona" lo decía de sí mismo, por antífrasis, Pedro Laín Entralgo. Tuve con él una excelente relación, aunque una vez se me ocurrió la atribución de "el San Bernardo de la cruzada contra Rusia que se llamó División Azul". También me llevé muy bien con Aranguren. Pertenecieron a una generación de maestros.

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