A medida que se van conociendo los perfiles y contenidos de la nueva "asignatura" obligatoria de Educación para la Ciudadanía, más se justifica el incipiente movimiento objetor contra este liberticida, inconstitucional y decadente adoctrinamiento ideológico que el Gobierno de Zapatero pretende imponer en las escuelas.
Si hace bien poco Libertad Digital dio a conocer la guía Educar en valores, en la que, entre otros recursos, se recomienda a profesores y padres trasmitir a los escolares el goce de la homosexualidad mediante la lectura del cómic Alí Baba y los 40 maricones, ahora damos cuenta de que otro manual recomendado por el Ministerio de Educación para esta asignatura "enseña" que bajo todos los gobiernos democráticos españoles hasta 1998 se practicó la tortura a los etarras. Los autores de estos Materiales para la Educación en derechos humanos no se basan para semejante afirmación en más fuentes que en los desprestigiados informes de la sectaria organización Amnistía Internacional, por lo que tampoco cabe sorprenderse de que también se refieran a los terroristas etarras como "miembros del grupo armado vasco".
La Junta de Andalucía, por su parte, propone un guía didáctica de la ONG Educación alternativa que dedica un capítulo a "Los derechos sexuales y reproductivos a través del cine". A través de unas películas –algunas de ellas no recomendables para menores– se plantean como "objetivos pedagógicos" los de "reflexionar sobre las consecuencias negativas que tiene la actuación de la Iglesia Católica en materia de salud sexual y reproductiva" o "analizar las contradicciones y el debate que se están produciendo dentro de la Iglesia Católica y entre una parte de ésta y la sociedad".
Con todo, esta visión de la homosexualidad promocionada al rango de valor, estos repugnantes ecos de las calumnias etarras o la obsesiva diatriba contra la Iglesia Católica son sólo algunas muestras de lo que este Gobierno socialista entiende por Educación para la Ciudadanía. Una liberticida pretensión a la que nos debemos oponer con todos los medios a nuestro alcance, precisamente porque es la educación de nuestros hijos y su futura condición de ciudadanos lo que nos va en ello.
