Fuentes policiales citadas por ABC explican que la nigeriana de 33 años que murió esta semana por gripe A ejercía la prostitución en Mallorca, en concreto, en la zona turística de Punta Ballena, en Calviá. Al parecer, residía en una de las zonas más humildes del municipio, en la barriada de Son Gotleu.
La mujer vivía en un "piso patera" con varias familias de inmigrantes. Fuentes solventes explicaron al diario que con ella convivían entre cinco y diez personas más. Ella disponía de documentación para residir en España.
Varias de las compañeras de la víctima acudieron el jueves al hospital ante la posibilidad de que ellas también desarrollaran la gripe A pero todas fueron dadas de alta. También un mediador social de origen nigeriano acudió a título personal al piso de la mujer para aconsejarles que se hicieran unos análisis en el centro de salud.