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Cambiar la emisora o mirar el GPS, entre los gestos cotidianos que más distraen al volante

La DGT ha mencionado las situaciones más cotidianas al volante que se deben evitar para no correr riesgos innecesarios.

La DGT ha mencionado las situaciones más cotidianas al volante que se deben evitar para no correr riesgos innecesarios.
El uso del móvil al volante es una de las distracciones más comunes | Unsplash/Alexandre Boucher

Las distracciones al volante están muy generalizadas y muchos conductores no les otorgan la importancia que realmente tienen. En 2023, fueron el factor concurrente más presente en los siniestros mortales en España, representando el 30% del total. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha querido remarcar las distracciones más comunes al volante, tratando de influir en el conductor para que evite este tipo de conductas.

Es cierto que, existen factores externos como vías extremadamente monótonas que podrían hacer que el conductor baje la guardia u otro tipo de llamadas de atención como carteles publicitarios. En estos casos, él no puede hacer nada para evitarlos, simplemente tratar de que le distraigan lo menos posible. No obstante, hay muchos casos donde quien lleva el volante es el único culpable de desatender la carretera y son tan peligrosos como evitables.

El uso de la radio o el navegador

La manipulación de la radio o cualquier otro sistema para poner música mientras se conduce es una práctica completamente normalizada por muchas personas. Sin embargo, cambiar de emisora, de canción o simplemente modificar el volumen suponen un riesgo que no es necesario correr. Por ello, se recomienda que sea siempre el copiloto del vehículo quien manipule estos aparatos.

Lo mismo pasa con los sistemas de navegación y, en el caso de viajar solo, se recomienda conocer de antemano la ruta para evitar sorpresas. A su vez, la DGT remarca la importancia de utilizar GPS con voz, para que no exista la necesidad de desviar la mirada de la carretera en ningún momento.

El potencial peligro de la compañía

En este contexto, la compañía puede ser un arma de doble filo y convertirse en la principal distracción del conductor. Es normal que este pueda ir hablando con su acompañante; sin embargo, la conversación nunca debe acaparar más atención que la carretera. Por supuesto, la charla debe mantener un buen ambiente, evitando discusiones o ruidos estridentes. En ocasiones, los niños pueden ser un factor distractor muy grande. Por ello, desde la DGT han recalcado la importancia de enseñarles desde pequeños que en el coche se debe ir calmado, sin alzar la voz ni molestar al conductor.

El teléfono móvil, la joya de la corona

Durante paradas en semáforos, atascos o incluso en medio de la conducción, el uso del teléfono móvil, tan generalizado en la sociedad, es la distracción por excelencia en el día a día. Lo que hizo que se produjera un endurecimiento de las sanciones económicas por esta infracción desde el año 2022.

Según la normativa de España, la única situación en la que se puede utilizar el móvil al volante es en una llamada mediante el sistema de manos libres. Sin embargo, la capacidad de distracción también se ve aumentada. Según ha comentado la DGT, diversos estudios apuntan que, tras hablar más de tres minutos por el manos libres, el conductor deja de percibir el 40% de las señales, tiende a reducir la velocidad y su tiempo de reacción es mayor.

El riesgo de fumar al volante

Otra distracción extremadamente generalizada es la de fumar al volante. Aunque parezca un detalle sin importancia, no se trata solo de sujetar el cigarrillo, sino también encenderlo, procurar que no caiga ceniza y apagarlo, muchos momentos en los que el conductor pierde la atención en la carretera. A su vez, comer o beber en el coche también aumentará el riesgo. Por ello, en caso de viajes largos donde puedan surgir estas necesidades, la DGT recomienda parar a descansar para aliviarlas y, además, evitar acumulación de fatiga.

Utilizar el coche para maquillarse

Otra práctica muy extendida es la de aprovechar los típicos atascos matutinos para terminar de retocarse de camino a la universidad o al trabajo. Aunque sean casos donde la velocidad suele ser mínima, la concentración masiva de vehículos aumenta enormemente el riesgo de accidente. Por ello, siempre será mejor madrugar 15 minutos más y no tener que hacer nada más en el coche aparte de conducir.

Quizás estas distracciones puedan parecer un detalle sin importancia para muchas personas ya que, el intervalo de tiempo en el que el conductor no está pendiente suele ser mínimo; sin embargo, la DGT muestra el verdadero riesgo con un ejemplo muy común. Una distracción de pocos segundos como puede ser marcar un número de teléfono en el móvil mientras se conduce a 100 kilómetros por hora, haría conducir sin mirar la carretera durante 120 metros, la longitud de un campo de fútbol.

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