
Desde la llegada de la primavera se produce un aumento de las alergias, especialmente las de tipo ambiental y producidas por el polen. Además, estos efectos pueden aumentar a partir de la llegada del verano ya que, según afirma la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, la ausencia de lluvia, sumada a la contaminación, propicia que los pólenes abandonen la atmósfera de una manera más tardía.
Alergia y conducción
Los síntomas más frecuentes de los alérgicos son irritación ocular, congestión nasal, picores en la piel, estornudos, picor de garganta o problemas respiratorios entre otros. Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) afirman que estas molestias afectan a la conducción y que existen estudios que demuestran que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico aumenta en un 30% en personas alérgicas.
Por ejemplo, un ataque de alergia en el que la persona sufre varios estornudos consecutivos durante cinco segundos o más, con el consecuente lagrimeo de ojos, provocaría que, en caso de estar circulando a 100 kilómetros por hora, se recorriesen hasta 140 metros sin mirar a la carretera.
En este contexto, los antihistamínicos se presentan como una manera de reducir los síntomas alérgicos; no obstante, en el ámbito de la conducción no todos son igual de recomendables. La DGT informa de que algunos de ellos pueden afectar al conductor, factor determinante que debe aparecer mencionado en el prospecto. Por otro lado, los que utilizan como principio activo ebastina, bilastina, desloratadina, loratadina y terfenadina no producen efectos sobre la conducción, por lo que son los más recomendados al volante.
Consejos para el conductor alérgico
Desde la DGT se han compartido una serie de recomendaciones que pueden resultar muy útiles para reducir los efectos de la alergia y lograr una conducción segura.
En primer lugar, a nivel médico, es recomendable informar a médico de cabecera de que se tiene la necesidad de conducir, para que este pueda recetar medicamentos para la alergia que provoquen una menor somnolencia. Además, es importante evitar automedicarse y acudir a un experto si se empiezan a notar síntomas alérgicos.
Durante el trayecto, es conveniente mantener las ventanillas cerradas, para evitar la entrada de pólenes. Esto puede resultar un inconveniente en los días calurosos, por lo que la mayoría de los conductores decidirían utilizar el aire acondicionado. No obstante, en este sentido la DGT aconseja la compra de filtros especiales de alta capacidad.
Por último, limpiar el vehículo con frecuencia puede resultar de gran ayuda para evitar problemas con las alergias. Es recomendable utilizar una aspiradora potente para eliminar ácaros de moquetas y tapicerías, especialmente si se han transportado animales.