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Los desperfectos en el coche que pueden suponer multas de hasta 500 euros

Circular con algún elemento del vehículo en estado defectuoso puede comprometer en gran medida la seguridad de sus ocupantes.

Circular con algún elemento del vehículo en estado defectuoso puede comprometer en gran medida la seguridad de sus ocupantes.
Determinados daños pueden ser motivo de sanción | Unsplash/Usman Malik

Con el paso del tiempo, las condiciones meteorológicas y la posibilidad de sufrir contratiempos, los elementos de un vehículo van deteriorándose poco a poco. Cuando este desgaste se vuelve muy elevado, puede llegar a dificultar la conducción y a requerir de un arreglo o mantenimiento. De hecho, circular con algún elemento de un vehículo en un estado de degradación alto, puede suponer motivo de sanción.

En España, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) suele ser rigurosa, para asegurarse de que todos ellos se encuentran en buen estado y no comprometen la seguridad de sus ocupantes. Sin embargo, en el tiempo que pasa entre revisiones, el coche puede sufrir daños y se podría estar conduciendo con algún elemento en mal estado sin saberlo. La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene esto muy en cuenta y propone multas de hasta 500€ según el desperfecto.

Neumáticos

Los neumáticos son una de las partes del coche que más sufre el desgaste, al estar en constante rozamiento con la calzada. Circular con ruedas muy erosionadas puede afectar al agarre, la frenada, la eficiencia energética, la maniobrabilidad del vehículo y a la capacidad de evacuar agua, arena o piedrecillas. En definitiva, unos neumáticos en buen estado determinan la seguridad del vehículo y la de sus ocupantes.

Según afirma la DGT, es estrictamente obligatorio sustituir los neumáticos cuando la profundidad de las ranuras principales es de 1.6 milímetros o menor; sin embargo, se recomienda hacerlo cuando esté en torno a los 3mm. Circular con los neumáticos rotos, abollados o con una profundidad menor a la permitida puede suponer multas de hasta 200 euros.

Dirección, frenos y luces

En el momento de circular, resulta evidente que los sistemas de dirección y frenos son elementos clave. En caso de no funcionar correctamente, podrían poner en dificultades al conductor a la hora de esquivar obstáculos o reaccionar con rapidez ante cualquier contratiempo, poniendo en riesgo su seguridad y la del resto de los que circulan por la vía. En caso de que alguno de estos sistemas funcione de manera defectuosa, puede suponer multas de hasta 200 euros.

Otro elemento fundamental para propiciar una conducción segura es el correcto uso de las luces del coche, tanto de sus faros, como de las luces intermitentes y las de emergencia. Todos los focos se deben encontrar en perfecto estado de funcionamiento; de lo contrario, también puede ser motivo de sanciones de hasta 200 euros. Además, también hay que ser consciente de en qué momento se debe utilizar cada luz.

Elementos interiores y exteriores

Por supuesto, los elementos exteriores del vehículo también deben encontrarse en un buen estado. Por ejemplo, la carrocería no puede presentar signos visibles de óxido o grandes abolladuras causadas por accidentes. Las lunas y los parabrisas no pueden estar rotas y, a su vez, los limpiaparabrisas deben funcionar correctamente y no dificultar la visibilidad del conductor.

En el interior del coche, también es necesario comprobar el estado del claxon, los cinturones de seguridad, sillas de retención infantil y demás elementos del habitáculo. En este sentido, circular con cinturones de seguridad defectuosos o inexistentes puede suponer multas de hasta 500 euros.

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