L D (EFE) Nacido en 1924, Schaechter tuvo la idea, en 1971 de crear un instrumento para escribir que fuera "simple, robusto y, sobre todo, barato". Ideó así la "Schreib-Kugel" ("bola de escribir" o bolígrafo), que el consorcio francés "Bic" acaparó enseguida para convertirlo en uno de los objetos más vendidos del mundo.
Fue el barón francés Marcel Bic, fundador del consorcio, quien se interesó por el taller vienés y decidió participar en la pequeña empresa de Schaechter, donde además del bolígrafo, nació también la afeitadora descartable y el encendedor de gas desechable.
Bic, como socio de Schaechter, que huyó de Austria durante la ocupación nazi, mandó también fabricar en el taller vienés los instrumentos de precisión necesarios para la fabricación de esos objetos de fácil éxito. Su equipo, que sigue trabajando en esta capital, tiene hasta ahora más de cien patentes internacionales.
El talentoso y múltiple inventor seguía tratando de perfeccionar hasta poco antes de su muerte la punta de su hijo más famoso, el bolígrafo, con el cual obtuvo la patente estadounidense número 3,135.231. Así, para la empresa Paul C. Fisher, creó también el llamado "bolígrafo del espacio", que acompaña a todo astronauta de la NASA en sus viajes extraterrestres.
Fue el barón francés Marcel Bic, fundador del consorcio, quien se interesó por el taller vienés y decidió participar en la pequeña empresa de Schaechter, donde además del bolígrafo, nació también la afeitadora descartable y el encendedor de gas desechable.
Bic, como socio de Schaechter, que huyó de Austria durante la ocupación nazi, mandó también fabricar en el taller vienés los instrumentos de precisión necesarios para la fabricación de esos objetos de fácil éxito. Su equipo, que sigue trabajando en esta capital, tiene hasta ahora más de cien patentes internacionales.
El talentoso y múltiple inventor seguía tratando de perfeccionar hasta poco antes de su muerte la punta de su hijo más famoso, el bolígrafo, con el cual obtuvo la patente estadounidense número 3,135.231. Así, para la empresa Paul C. Fisher, creó también el llamado "bolígrafo del espacio", que acompaña a todo astronauta de la NASA en sus viajes extraterrestres.