Un total de 86 personas se han presentado este lunes a las pruebas que organiza el Ayuntamiento de Burriana (Castellón) para cubrir dos puestos de enterrador que se ofrecen en el cementerio de la localidad, informa Europa Press. La crisis ha hecho que los aspirantes a este tipo de plazas se haya multiplicado, ya que en la última convocatoria, hace algo menos de una década, sólo se presentaron nueve personas.
"Si no hubiese tanta crisis me lo pensaría, aunque es un trabajo como otro" cualquiera, ha indicado a Europa Press Televisión Isabel Sánchez, una de las tres mujeres que se presentan a las plazas. Por su parte, Carles, un joven electricista que lleva más de un año en el paro, ha comentado que hace varios años tuvo la oportunidad de presentarse y no lo hizo. "No me hacía falta, la verdad", ha manifestado.
El Ayuntamiento ha convocadodos plazas de peón operario de cementerios, que hasta ahora estaban cubiertas de manera interina. Los aspirantes han tenido que realizar hace unos días una prueba práctica que consistía en tapar un nicho y este lunes han tenido que exhumar o inhumar un cuerpo, recoger una serie de huesos y llevarlos a otro osario. Finalmente, los opositores tendrán que pasar una prueba teórica sobre legislación y funcionamiento de las instituciones y una traducción castellano-valenciano.
"La prueba de hoy creo que ha sido demasiado fácil, porque ha sido bajar al osario, coger unos huesos, meterlos en una bolsa y llevarlos a otro osario", ha señalado Elizabeth, quien ha indicado que la encantaría conseguir el puesto y tener un "trabajo fijo".
Esta mujer no cree que sea un trabajo duro o desagradable. "Es duro para quien no lo conoce, pero yo he estado un año limpiando en el cementerio y desde dentro se ven las cosas de otra manera. No es tan difícil como parece", ha comentado.
Isabel es otra de las mujeres que opta a los puestos y se mostraba "muy nerviosa" antes de entrar a realizar la prueba. Afirma que si no hubiera "tanta crisis" se lo pensaría antes de optar a un puesto de enterradora, si bien afirma que es un trabajo como otro cualquiera. "Uno es en el cementerio y otro es el otro sitio", indicó esta mujer quien señaló, no obstante, que no piensa mucho en ello. "Sí te digo que no se quejan", ha bromeado.
Es consciente de que no se un trata de un trabajo femenino, de hecho afirma que "hay muy pocas mujeres que sean enterradoras", aunque comenta que "siempre" hay que empezar.
La mayoría de aspirantes comentaba que este tipo de trabajo no les provoca ningún tipo de temor si bien, algunos como Vicente, indicaba que es un trabajo algo "escatológico" que "no gusta mucho". No obstante, montó su sorpresa por que se presentara tanta gente. "Ya ves cómo está la situación...", ha dicho.
Este hombre ha indicado que lleva casi tres años en el paro, al igual que su mujer, y que está con la "ayuda de sustitución", y que por eso se presenta a la prueba. "Hay que conseguir trabajo como sea", manifestó Vicente, quien explicó que se enteró de la convocatoria por el INEM. "Dije: voy a probar, que no se pierde nada", ha comentado.