El hombre de 65 años que provocó el incendio en la sacristía de la Sagrada Familia de Barcelona, ha sido acusado también de un delito de hurto. Al ser detenido, el supuesto pirómano portaba una pequeña campana de cobre y plata usada para la consagración y cinco juegos de llaves de las huchas para limosnas.
Según informan los Mossos d’Esquadra en un comunicado, el detenido, José María L.S., de 65 años de edad, de nacionalidad española y vecino de Barcelona, llevaba en sus bolsillos cuando fue detenido dos encendedores, un spray de aceite, cinco juegos de llaves de las huchas de las limosnas, además de una pequeña campana de cobre y plata utilizada para la consagración.
El individuo entró a la cripta señalando los elementos ornamentales del templo al grito de "todo esto es robado", según han informado a Efe colaboradores de la parroquia que presenciaron la escena.
Al parecer, el hombre, visiblemente alterado, accedió a la cripta por una rampa, donde se cruzó con una colaboradora de la parroquia que vio cómo señalaba elementos ornamentales del templo al grito anticlerical de "todo esto es robado".
Por el momento, se desconoce si el detenido tuvo tiempo suficiente para vaciar las huchas con la recaudación de las limosnas, según informa EFE.
El detenido tenía dos antecedentes por hurto. Según los testigos, salió corriendo de la sacristía y se escondió en una dependencia anexa al templo. Allí fue detenido por tres personas que trabajan en la limpieza de la Sagrada Familia más un turista, hasta que llegaron las dotaciones policiales.