Pedro J. dice que se trata de "una rectificación en toda regla" pero que ¡ay!, "podría llegar muy tarde". Y El País da por hecho que Troitiño ha cogido las de Villadiego. "Los tres magistrados que liberaron al etarra seis años antes de lo previsto rectifican su decisión cuando el terrorista ya se ha fugado". Y es que ayer fue la policía a buscarle a su casa y el tío desconsiderado no estaba. Y eso que le habían avisado de que iban a ir a buscarle. "Nadie respondía al timbre", dice. Tampoco sabían de su existencia en el inmueble, ni en los talleres contiguos a la vivienda y la carnicería y el bar de al lado tenían la persiana a cal y canto. Vamos, que el etarra se ha esfumado.
En El Mundo, Santiago González advierte a Chacón sobre la guerra de Libia. "Quien lucha contra un tirano no es forzosamente la encarnación de la libertad. La ministra es joven, pero mucha gente de mi edad cometió dos errores extraordinarios en la creencia de que detrás de todo antifranquismo había una buena causa. Y así nos encontramos simpatizando con ETA y llamando a Carrillo camarada", confiesa compungido.
Y Sostres, erre que erre. Nada de un tupido velo, nada de pío pío que yo no he sido. Vuelve a la carga contra las feministas. "Convierten cualquier discrepancia en un intento de agresión. Criminalizan al adversario. El hombre es un asesino en potencia". Y se queja de que "se ceban siempre contra quienes ya saben que no va a defenderse". Suponemos que no lo dirá por él. "Tendremos que aprender a alzarnos y a decir basta" porque si no "tarde o temprano vendrán a por nosotros". Este chico es que no tiene arreglo, ya la ha vuelto a liar. Sostres, que te van a dar.
A Público le interesan hoy mucho los ERE, mira tu por dónde. "La Fiscalía se ha puesto de parte del Gobierno andaluz", celebra. Y es que pedirle las actas de Gobierno "mordía en la yugular política de Griñán, que desde que se destapó el escándalo había intentado transmitir un mensaje de colaboración. De hecho la Junta ha realizado su propia investigación", dice sin sonrojo. Y le arrea a la juez por querer "comprobar, acta por acta, si el gobierno andaluz utilizó el fondo para pagar los ERE sabiendo que eran fraudulentos. Es decir, prevaricación". Jo con los adalides contra la corrupción de Gürtel.
Y Aznar sigue dando qué hablar. En ABC, Ignacio Camacho que últimamente está desmelenado, se lía a tortazos con el ex presidente. "Aznar se considera a sí mismo por encima del bien y sobre todo del mal" y "seguirá diciendo lo que le venga en gana" porque está "encantado de provocar incendios". En el PP "consideran las irrupciones retóricas de Aznar como un incómodo ruido inoportuno. Confían en que no se salga demasiado del tiesto con alguna proclama radical que excite el instinto dormido de la izquierda", arrea. Cuenta Camacho que al PP "no le ha gustado la extraña reivindicación de Gadafi ni la imprudente declaración" sobre la deuda. "Saben, o esperan, que el bronco discurso aznarista solo llega a los muy cafeteros de uno y otro bando, los adictos a la cargada cafeína ideológica", atiza. Y concluye que "el personaje está en un momento vital que no permite cábalas sobre su sentido de la prudencia". En Público deben estar verdes de envidia.
Aunque tampoco La Gaceta es que esté rendida ante el ex presidente. Una de cal y otra de arena, más bien. "No tiene miedo a ser políticamente incorrecto (...) No se anda con disimulos (...) dice lo que piensa y acierta en buen parte". Pero "no siempre ha sido prudente. La gran tentación de quien ha presumido de retirarse del primer plano de la política es querer acaparar protagonismo. Esto y las formas es lo que se puede reprochar a Aznar". Lo dejamos en cachetitos.
Menos mal que a Aznar siempre le quedará La Razón, a muerte con Aznar contra los "ataques desmesurados", incluso "histéricos", de la izquierda. "No se ha impuesto silencio y no debe hacerlo" porque "lo más patriota es decir las verdades".
Y Ussía habla de Libia. Dice que tiene un amigo raro. Resulta que otro amigo común le dijo el otro día al raro: "Eres más raro que la guerra de Libia". El raro "se incorporó enfadadísimo y fuese". Pues sí que es raro, sí. El amigo y Ussía. Hijo, que parece el Cantar de mio Cid.