El Mundo estrena semana pidiendo elecciones anticipadas. "Ya son un 57% los que exigen el adelanto de las elecciones". Pero nada. "Los dirigentes socialistas siguen sin ser conscientes de la magnitud de la derrota electoral del 22-M y de lo que ello significa, y se aferran a esas expectativas ilusorias sin asumir el calvario político y económico que le espera a este Gobierno", dice Pedro J. Y es que "da la sensación de que el PSOE ha empezado a caminar hacia atrás, como los cangrejos". Santiago González anda preocupado. "Algo debe estar pasando para que El País y El Mundo hayan llegado a un resultado idéntico en sus encuestas". Algo pero grave, grave. Y es que encima él mismo coincide con El País. "Las primarias no habrían sido la solución", dice. Y aprovecha para tocarles las narices aún más a los socialistas. "Saltarse las primarias" con Rubalcaba, "tras siete años haciendo discurso sobre el dedazo de Aznar (...) es un cante".
Cuenta El Mundo que el PP no piensa cambiar su estrategia y "Rajoy ninguneará a Rubalcaba" para seguir atizando a Zapatero. Así que Unidad Editorial lo hace en su lugar a golpe de titulares. "El halcón, acorralado por un faisán", "Rubalcaba teme un fuerte desgaste político por el chivatazo"...
El País no se resigna a enterrar el 'que viene la derecha' y el 'programa oculto del PP'. El PP "suprimirá empresas públicas, despedirá a cientos de trabajadores y eliminará o venderá televisiones autonómicas". En el editorial, atiza al PP por denunciar el despilfarro de las autonomías en las que gobernaba el PSOE. "El PP de Castilla-La Mancha no ha elegido el camino de la sensatez (...) El PP conoce bien las dificultades de las autonomías y no puede hacerse de nuevas porque es responsable en parte de ellas". Vamos, que ya gobernaba en algunas, viene a decir. Y, como no podía se de otra manera, lo que quieren es ocultar "recortes" en el "gasto social". Faltaría.
Pero con lo que están realmente desolados es con el flamante Alfredo, que no levanta cabeza, el hombre. José María Ridao está muy pesimista y cree que el PSOE vive en una "esquizofrenia" con los dos dirigentes. "Un dirigente –Zapatero- está obligado a impulsar un programa que lleva a perder las elecciones, mientras que el otro -Rubalcaba- tiene pendiente formular uno diferente desde el que intentar ganarlas". Pues sí que es para deprimirse. "El PSOE se ha metido en una ratonera" y si hay "continuidad, las elecciones están irremisiblemente perdidas". ¿Está sugiriendo que se largue Zapatero o me lo parece a mí?
Y para no dar ni un día de respiro al PSOE, La Razón le amarga el desayuno en forma de encuesta para empezar bien la semana. El PP le saca 15,7 puntos de distancia. Rubalcaba "no ha tenido el efecto revitalizador esperado", cachis, qué penita. Ya lo dice Iñaki Ezquerra. Insistir en que Rajoy no ilusiona "a estas alturas resulta risible", porque el que ha puesto el PSOE "no es precisamente la alegría de la huerta". José María Marco le lanza un mensajito al PP. "Hacen falta medidas claras, decisiones importantes y comprensibles. Auditorías en todas las comunidades del PP (...) Eso es lo que se espera del PP en estos meses y ahí se puede jugar la próxima mayoría absoluta".
ABC, que ayer publicó la siniestras fotos de la bolsas de basura saliendo misteriosamente del gobierno castellano-manchego, va más allá de las críticas. "Si había motivos de sobra para auditar las cuentas, ese trajín con los documentos las multiplica, aparte de extender una sospecha de conducta ilícita que podría ser constitutiva de un delito de infidelidad en la custodia de documentos públicos. (...) En Castilla-La Mancha se están superando los límites de la mala fe, hasta tal punto que la política puede que tenga que dejar paso a los jueces". Se va a liar.
En La Gaceta, Carlos Dávila también la toma con Rubalcaba, que "intenta quedarse con el personal a base de chascarrillos coñeros" cuando es un político "más terminado que un bolso de Loewe". Y como hoy no habla ni palabrita de Bono, Público le toma el relevo y sorprende con un titular: "Bono se olvida de la transparencia". ¿A que viene esto, se preguntarán? Pues parece que hace cuatro meses más o menos prometió "cambiar las normas que regulan la actividad de los parlamentarios" y las propuestas "duermen el sueño de los justos en algún cajón del despacho de Bono". Vale, eso está mal, muy mal, feo feísimo, pero ¿para la portada de Roures? Estaremos atentos.