En medio de unos violentos disturbios tras una derrota del equipo de hockey de los Canuts en Vancouver, una instantánea reflejó lo que parecía ser un romántico beso de dos jóvenes tumbados en el asfalto, interponiéndose entre las fuerzas policiales, la turba de hinchas que causaron la violencia, y los servicios sanitarios.
La afortunada fotografía recorrió el mundo a modo de hito romántico en un momento en el que la audiencia está saturada de imágenes de violencia en las calles.
Desafortunadamente y como ocurre en demasiadas ocasiones, el mito se desmonta tras descubrirse que la perspectiva de la fotografía fue de los más engañosa a la hora de interpretar la imagen.
Un vídeo tomado desde una azotea ha revelado que lo que hubo no fue un beso, sino una dramática petición de auxilio de la joven a su novio, mientras tendida en un gesto de dolor en el asfalto tras ser herida por el escudo de un antidisturbios.
Tal y como publica elmundo.es, ni siquiera el fotógrafo autor de la imagen supo explicar lo que realmente pasó: "Yo estaba a unos 20 ó 30 metros de distancia y aparecieron en medio de la calle (...) No creo que alguno de ellos estuviera herido".
La verdad de los hechos es, pues, que el joven estaba confortando a su novia después de recibir un fuerte golpe, no un apasionado beso ajeno a la violencia alrededor. Bien pensado, no deja de resultar romántico.