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Gallardón actúa contra los jóvenes provida mientras mima a los 'indignados'

Mientras los indignados del 15-M mantienen sin problemas su puesto de información, los jóvenes provida se han encontrado con trabas.

Los jóvenes provida que decidieron protestar en la Puerta del Sol no sólo se han encontrado con el acoso de la Policía Nacional, bajo mando del ministro Pérez Rubalcaba, sino que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, también ha decidido actuar contra ellos.

Sin embargo, la actitud tanto del titular de Interior como del regidor madrileño con estos manifestantes contrasta con su complacencia con los "indignados" del 15-M. Éstos siguen acampados en Sol, casi dos meses después, de manera plácida y tranquila sin ningún tipo de acoso ni de problemas ni con Gobierno ni con el Ayuntamiento. Nada que ver con los provida, que en apenas un día ya han experimentado con qué se van a encontrar. Mientras, sus vecinos "indignados" observan con aire tranquilo.

Por ley ninguna de las dos acampadas es legal. El problema, una vez más, radica en la doble vara de medir que existe según quién sea el que protesta.

Tras conseguir sortear, no sin dificultades, a la Policía Nacional, anoche el grupo que protesta contra la Ley del Aborto de Aído convocó una asamblea informativa para explicar los motivos que les han hecho acampar en la Puerta del Sol. Pero cuando se disponían a instalar su carpa, agentes de la Policía Local de Madrid, es decir a las órdenes de Gallardón, acudieron al lugar para impedirles realizar al acto alegando que no tenían permiso para estar allí.

Según ha explicado en esRadio el portavoz de los jóvenes acampados, Jaime Hernández, uno de los agentes se acercó para pedirles el DNI y ordenar desmontar el puesto. Cuestionado sobre por qué los provida no pueden permanecer en Sol pero los del movimiento 15-M sí pueden mantener su favela, uno de los responsables policiales dijo a un responsable provida: "Estoy aquí para este problema y mañana no sé si estaré aquí o en otro lugar". Un agente también advirtió: "No te preocupes que te acabamos de denunciar".

Este agravio comparativo no gustó nada entre los activistas provida y tras hablar con el responsable policial, uno de los manifestantes aseguró que "aquí no ha pedido autorización nadie y esta gente se queda pero nosotros como somos incómodos con el Gobierno no podemos quedarnos".

Tras un primer intento fallido, miembros de Derecho a Vivir que habían sido interceptados a la entrada de la plaza accedieron a la zona y finalmente consiguieron establecer la carpa junto al puesto del 15-M. Los agentes se les acercaron una hora después para pedirles que cambiaran de sitio, "al otro lado de la fuente", por "motivos de seguridad". El tono, según el portavoz de los Provida, fue "un poco más amable". La relación con los indignados en ningún momento, dice, ha sido problemática.

Mientras tanto, el alcalde de Madrid tiene mucho que decir en todo esto puesto que no ha mantenido la misma actitudo con los desalojados indignados. Sólo una vez ha protestado enérgicamente y fue sólo cuando estos le esperaron en la puerta de su casa y le increparon mientras paseaba a su perro. "Aquí viven mi mujer y mis hijos. Hacerle esto a mi mujer y mis hijos no es de justicia", se quejaba amargamente. Pero en la Puerta del Sol les molesta menos, allí viven hijos y mujeres de otros.

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