Tras tantos meses de crisis, parecía que los adjetivos para calificarla se habían agotado. El nuevo "lunes negro" de la economía española nos saca del error: El Mundo habla de "emergencia", El País de jornada "tenebrosa" y "abismo", La Razón de "máxima desconfianza"... Entre los columnistas y los editoriales, el tono es aún más pesimista. Casimiro García Abadillo ve en la escalada de la prima de riesgo un "segundo Pearl Harbor", Marcos Schwartz, en Público, trata de ser original tildando a los mercados de "minotauros" que exigen "sacrificios para saciar su hambre", e Ignacio Camacho describe un "colapso del Estado" que nos hace enfrentarnos a "meses de extrema delicadeza".
La cara de José Luis Rodríguez Zapatero, en varias portadas, reflejaba a la perfección las negras perspectivas de la economía española. No así la de Elena Salgado, que pareció disfrutar de la agónica cita europea de la que debía salir el acuerdo para el rescate a Grecia. La ministra de Economía aparece sonriente, quizás por la noticia de su ascenso a vicepresidenta a secas, sin número, y sustituta de Zapatero al frente del Consejo de Ministros en caso de ausencia. En Público publican en portada la imagen de Salgado saludada de forma muy efusiva por Jean Claude Juncker con un beso. Dentro detallan el sesudo comentario de la ministra sobre la situación económica ante los responsables de economía de la UE: "Mal de muchos, consuelo de tontos". Quizás por eso, otro que sonreía era el ministro griego de Finanzas, como recoge ABC en páginas interiores.
José Blanco, flamante nuevo portavoz, sí que tiene razones para sonreír. Le llueven los elogios desde algunos diarios. En El País, que hasta ayer apostaba por Ramón Jáuregui para ese puesto, Javier Casqueiro proclama que Blanco era "la única salida". En el editorial, afirman que Blanco ha demostrado "lo que era obvio para cualquiera, que se puede actuar en política con solvencia sin ser obligatoriamente registrador de la propiedad o abogado del Estado". A Antonio Camacho, mientras, El Mundo, ABC y La Gaceta le recuerdan el caso Faisán en su estreno como ministro.
Lo que sí es un clamor es la petición de elecciones. En El País, que lleva varios días insistiendo en esa idea, hablan de que los cambios le han dado "más pábulo" a esa posibilidad. ABC pone fechas en el calendario: el 5 de octubre, convocatoria, y 27 de noviembre, elecciones. En La Gaceta sentencian que "sólo un adelanto electoral puede salvar a España de la quiebra". Hasta en Público no ven otra salida. Escudier señala cómo hasta Rubalcaba "las reclama a gritos". "Es de esperar que Zapatero le haga caso", señala.
Al candidato, mientras, le siguen cayendo los análisis: Alfonso Ussía no se puede creer que Rubalcaba vaya a presentarse. Aclara luego que "se trata de Alfredo Rubalcaba, sin el pérez, que tiene que ser un primo o un pariente lejano". Para Salvador Sostres, Rubalcaba es "lo siniestro" y pide, en El Mundo, que su oponente sea Esperanza Aguirre. E Isaac Rosa, con desasosiego, cuenta cómo por unos minutos Rubalcaba le "conquistó" y le puso una "sonrisilla tonta".
De forma temporal, suponemos, también ha conquistado María Dolores de Cospedal a Ignacio Escolar, que pide "un aplauso para ella" desde su columna en Público por haber defendido a Leire Pajín. Y José Blanco ha dejado asombrado a Carlos Dávila en La Gaceta: cuenta el periodista que el ministro de Fomento le llamó por teléfono, "institucional" y "afable". "El gesto se agradece porque es insólito desde un Gobierno y un partido donde lo mejor que hemos recibido son querellas, insultos o interferencias técnicas", cuenta.