El Consejo Ejecutivo de la Generalidad catalana aprobó el martes un decreto por el que reestructura la política lingüística del Gobierno autonómico, con el objetivo de "impulsar" y "garantizar" su "aplicación homogénea y coordinada" en todas las consejerías y organismos dependientes.
El nuevo decreto otorga a la Dirección General de Política Lingüística (DGPL), dependiente de la Consejería de Cultura, poderes para supervisar y actuar de forma transversal sobre todos los departamentos autonómicos. Así, la DGPL dirigirá y coordinará dos nuevos órganos: la Comisión Técnica de Política Lingüística y la Red Técnica de Política Lingüística.
La primera está presidida por el consejero catalán de Cultura, Ferran Mascarell, y entre sus miembros se encuentra la exmiembro de la junta directiva de Ómnium Cultural, Ivonne Griley. El órgano se encargará de "garantizar la aplicación homogénea de la normativa lingüística" en todos los departamentos catalanes.
Para ello, en cada consejería se nombrará un 'comisario lingüístico', que debe velar por "el cumplimiento (...) de la normativa sobre conocimiento del catalán y del occitano aranés por parte del personal al servicio de la Administración de la Generalidad".