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La "última puñalada" de Leguina en 'La Gaceta' y la guasa de Rajoy en 'El Mundo'

Estamos salvados. O al menos es la conclusión que sacan los periódicos tras el rescate a Grecia. Y la resaca de Camps.

El Mundo cuenta que el PP está desmelenado y "acorrala al PSOE con el efecto Camps". Pide "responsabilidades" a Rubalcaba, Camacho, Chaves, Bono y Griñán. ¡Hala, hala! por pedir que no quede. Pedro J. también echa una solicitud y pide con alborozo al PSOE que "limpie su casa", ahora que, lo que es la vida, "la presión ha cambiado de bando para situarse en torno a los dirigentes del PSOE". En el PP hay "alivio total" porque "la propia personalidad de Camps se había vuelto antipática". Que ya les estaba cayendo gordo, vamos.

Nos cuentan que... narra la desgraciada semana de Rajoy. Además del triste serial de Camps, "tuvo noticia de una caída de su padre", que se rompió la cadera. Y, "por si fuera poco, le sobrevino un ataque de dolor de muelas" -de los de verdad, no por Camps-. "Pese a atiborrarse de antibióticos le salió un flemón". Y ahí Camps, Zapatero y la economía mundial se diluyeron como un azucarillo entre sus preocupaciones. Lo que realmente le importaba era su "imagen". Preguntó a dos compañeros de partido si se le notaba. "Ambos dijeron que no", cuenta El Mundo. Como probablemente le estaban haciendo la pelota, el muy avispado pidió una segunda opinión, la de "un par de mujeres periodistas" a las que preguntó "si le notaban algo raro". Éstas, con la tranquilidad del que no responde al jefe, le dijeron la cruda verdad. Que tenía "un señor flemón". Pero, de perdidos al río, Rajoy "se tomó a guasa el asunto y dijo que qué poco se fijan los hombres". Los peperos consultados respiraron con más alivio que con la dimisión de Camps.

Por lo demás, El Mundo pone "punto final a la legislatura" tras la aprobación de la reforma de las pensiones. "No va más", dice. Y puerta.

Sin que sirva de precedente, El País está de acuerdo. "En el pasillo del Congreso daba la impresión general de que las Cortes ya no abrirán en septiembre". Y mientras, a defender a Rubalcaba en tan delicados momentos. "Rajoy usa la salida del imputado Camps para atacar a Rubalcaba" el no imputado. "El PP destila euforia", dice enfurruñado y tiene un maligno "plan": "Lanzar el cadáver político de Camps contra Rubalcaba". Pero ahí está El País, que no se rinde y busca afanosamente cómo fastidiar al PP, e indagando, indagando han encontrado un clavo ardiendo. El sucesor de Camps está limpio como la patena, mecachis en la mar, pero... "su sucesor" en la Alcaldía de Castellón "aparece en la lista de obsequiados". ¡Hurra!, se les oye gritar. Y eso que, para Fernando Vallespín, "el honor" es un "valor medieval".

La Razón alienta al PP, que "desarma a Rubalcaba" porque, según La opinión de Cefas, "la cacería ha terminado". Y José Antonio Vera se deshace en elogios a Rajoy, que "no cumple las instrucciones del coro progresista y tiene ideas propias" y resuelve los problemas "sin gritos ni puñetazos en la mesa".

Para ABC, Camps es un "ejemplo a seguir" y ha puesto "muy alto el listón". Así que se lanza a la yugular del PSOE. "Ya están tardando en dimitir" Rubalcaba, Chaves y Griñán que "la opinión pública", ahí es nada, "exige que los responsables políticos del Faisán y los ERE presenten su dimisión irrevocable". Que no tengan miedo, porque como dice Carlos Herrera "dimitir es siempre un susto" pero "peor es la muerte". Seguro que los socialistas se han quedado mucho más tranquilos. "Ahora que se espabilen peritos en sisas y dobladillos y fiscales olisqueadores de cremalleras y presillas", dice, porque "los contrarios se cobran la pieza pero se quedan sin poner en práctica los eslóganes que con tanta dedicación y esmero habían preparado". Qué pena, todo el trabajo a la basura. Este Camps, mira que dimitir. Hermann Tertsch comparte la opinión de Herrera. "Ha tenido mala suerte nuestro hombre de Interior con la dimisión de Camps". Es verdad, pero qué mala pata, oye.

Público se empeña en tomarse la últi porque "la fiesta todavía no ha terminado". Estos del PP se creen que "están legitimados para exigir otras cabezas en las filas socialistas", quiénes se habrán creído que son. Son ellos los que pueden pedir "responsabilidad política" al PP, lo de Rubalcaba es una "campaña de acoso y derribo", hombre, sólo faltaría.

Y en La Gaceta, Joaquín Leguina se regocija de los "dos cañonazos" que le soltó El País el lunes a Zapatero. "Las dos descargas y su ruido debieron de dejar petrificados a los habitantes de La Moncloa al comprobar que la última puñalada siempre la propina la daga de Marco Bruto". Y tan bruto, valga el chiste malo por los calores del verano.

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