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LA PRENSA DE UN VISTAZO

Peregrinos descerebrados y provocadores en 'Público' y mártires en 'La Razón'

Se veía venir. Cuenta la prensa que los antipapa la liaron contra todo católico que se les pusiera delante. Menos Público, que no es de este mundo.

El Mundo carga por igual contra los antipapa que "agreden a los católicos" como contra la policía por no actuar. Dice Fernando Lázaro que la Puerta del Sol se convirtió en un "inaudito polvorín". Los indignados convirtieron la protesta "en una batalla" y los pobres peregrinos, acojonados, entraban en las tiendas de ropa para "comprar cualquier prenda y disimular su condición de peregrinos mientras eran "salvajemente insultados y empujados" por los papafóbicos. Pedro J. se muestra más indulgente con la policía en el editorial. "Se vio desbordada y no pudo evitar brotes de tensión con los peregrinos". Gistau se pregunta de dónde viene esa "furibunda pulsión anticatólica" que impide a la progresía "dejar en paz a la gente con sus propias creencias".

El otro gran tema del día es el alegre brindis de los concejales del PP de San Sebastián con el alcalde de Bildu. Pedro J. les afea la conducta. "Deben pedir disculpas por aparecer compadreando con los enemigos de la democracia". Y eso que el concejal Ramón Gómez explica lo que realmente pasó. Se acercó él, vaso de sidra en mano a pedir al de Bildu que quitara las pancartas a favor de los presos de ETA cuando va el otro y choca su vaso contra el suyo y ¡zas!, foto que te cayó. Qué mala pata, pero qué mala pata.

El País silba mirando al cielo. "Choques entre manifestantes y la policía en Sol tras la marcha laica. Tensión entre peregrinos y participantes en la protesta". Insiste hasta el mareo en que la marcha era contra "el boato y el gasto público" en tiempos de crisis y limita las agresiones e insultos a una "guerra de cánticos". "Benedicto", gritaban los enfurecidos católicos, y claro, ante tamaño insulto a los antipapa no les quedó más remedio que reaccionar con dureza. "Es un nazi". En otros periódicos podemos leer que la cosa fue algo menos candorosa. La policía tampoco sale en El País muy bien parada, pero por razones contrarias a El Mundo. "Basta de mariconadas. Sacad las porras y lo que haga falta", dice que ordenó el jefe de la policía. Vamos, que les tenían ganas. En el editorial, Prisa dice que la policía "se empleó con contundencia" y que las autoridades deben procurar que no se repitan estos lamentables hechos que "ensombrecen la llegada del Papa". Se les nota afectados, sí.

ABC no hace ni caso en portada a los papafóbicos y cuenta las maravillas de la visita del Papa. "La voz del Papa es recibida con legítimo orgullo por todas las personas de buena voluntad". Ya en el interior, se ve abducido por el espíritu católico y pone la otra mejilla. "Oración frente a provocación. Los fieles responden con rezos a las ofensas de los antipapa". Y lo acompaña de la foto de "un travestido" vestido con turbante y una bandera gay que "increpa" a unos peregrinos que rezan arrodillados con cara de trance –o de susto, vete tú a saber–. Cuenta ABC que ante la furia anticatólica, "una monja se tuvo que refugiar asustada en un restaurante ante los insultos de los manifestantes". Menos mal que allí "se encontró con otros jóvenes que también se habían tenido que cobijar en el local ante la persecución" de la turba de exaltados.

También La Razón hace el vacío a los broncas anticatólicos en portada. En el interior, sin embargo llama a los peregrinos "mártires del siglo XXI", así, sin exagerar. "Insultados. Agredidos. Vejados. Señalados. Y solo por tener fe". "Caza al católico", dice otro titular. Y consuela a los peregrinos con una cita del Evangelio. "Bienaventurados vosotros, cuando seáis insultados y perseguidos por mi causa". Y es que por si fuera poco "los homosexuales se besaban, hinchaban preservativos y bailaban de forma lasciva" ante los peregrinos para chincharles.

Ya en el editorial, llama "friquis" a los "cientos de personas", una "minoría marginal a la que los medios de izquierda dan cobertura por meros intereses electorales". Hombre, mala idea tenían, de eso no cabe duda. Y ganas de montarla les sobraban.

La Gaceta contraataca con una portada tamaño póster dando la bienvenida al Papa. "Orgullosos de ser católicos", dice. Hala. "Los ateos se lanzan contra los peregrinos e intentan tomar Sol", describe los acontecimientos. Carlos Dávila echa la culpa a Zapatero. "Aquí siempre ha habido un poso de irreligiosidad que es fácil atizar desde el poder. Y eso es lo que ha ocurrido con la pesadilla de Zapatero" que ha perseguido "todo lo que se oponía y opone a su atroz mediocridad". Tampoco se resiste a referirse a Bono, que ha intentado, con escaso éxito, restar protagonismo al Papa. "No le interesa ni al Papa".

Lo de Público es de traca. Cifra los manifestantes en ¡15.000!, venga, hala, para qué cortarse, y dice que "se produjeron momentos de tensión con grupos de peregrinos que esperan en la emblemática plaza". ¿Esperaban? ¿A qué? Pues a zurrarles la badana a los antipapa. Como lo oyen.

La columna de Manuel Rico es para estallar en carcajadas o echarse a llorar. Elijan. Exige una "explicación detallada sobre lo ocurrido en Sol" a la delegada del Gobierno porque "no hacía falta ninguna bola de cristal pare prever que algunos alborotadores intentarían reventar la marcha laica". Pensarán ustedes que se refiere a los papafóbicos. Pues se equivocan. Se refiere a los "descerebrados" peregrinos que tuvieron la osadía de pasar por Sol a "provocar" y que "no representan a los cientos de miles de jóvenes católicos... La inmensa mayoría son personas pacíficas". Como lo oyen. Lo de las agresiones e insultos de los antipapa es "una evidencia más del cabreo (legítimo) de los ciudadanos". Y se queda tan ancho, oiga. Y es que vean lo que hicieron unos peregrinos "exaltados". "Apuntaban a los laicos" con ¡crucifijos y rosarios!, bendito sea Dios –ay, perdón–. ¿Es para morirse de miedo o no es para morirse de miedo?

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