El Mundo dice que "la iglesia católica hizo ayer una demostración de poder" y Benedicto XVI vivió "una jornada apoteósica en Cuatro Vientos. A Pedro J. le extraña porque el mensaje de celibato, austeridad y obediencia que lanzó a los seminaristas "no parecen los más adecuados para ganar adeptos desde un punto de vista humano. Pero los tiene y ayer vimos que son muchos". Sí que es raro, sí. Como el tormentón que cayó en Cuatro Vientos impidió que el Papa diera su discurso –tampoco pasa nada, ha dado unos cuantos-, El Mundo nos cuenta lo que no dijo. Que "defendía el matrimonio indisoluble y la fidelidad". Así que visto la cantidad de jóvenes que le siguen "millón arriba, millón abajo" el divorcio podría tener sus días contados.
David Torres pone a caldo a la policía por su actuación con los antipapa. "La Policía española se ha cubierto de gloria con esta actuación digna de una banda de narcos borrachos. Aparte de bestias, de abusones y de cobardes, son tan lerdos que permitieron a las víctimas llevarse las pruebas que testificaban la agresión".
El País no dedica su titular principal al Papa, aunque sí la foto. "Gigantesca concentración de jóvenes católicos en la Gran Vigilia con Benedicto XVI", "la mayor concentración de católicos de la historia de la iglesia española", reconoce escocido.
Para Jesús Ruiz Mantilla, la JMJ es un "espejismo grandioso" porque es "la suma de unas cuantas minorías". Minoría a minoría sumaron casi dos millones. Pero "la cruda verdad está en la falta de vocaciones en los seminarios" aunque "es un hecho que en España todavía mandan –los curas-. Demasiado". Le da estopa al Gobierno porque es "otro espejismo" que "el Gobierno de Zapatero ha supuesto un incordio para el Vaticano". No han sacado "tajada mediática" del aborto y el matrimonio homosexual. "Por más que se han acercado a los obispos más les han crucificado desde los púlpitos de los medios de comunicación que controla. Les está bien a estos teóricos progres. Por crédulos y por imbéciles".
La Razón está exultante. "Una jornada que hará historia", "apoteosis en la gigantesca explanada de Cuatro Vientos" y llama a la JMJ "olimpiadas de la fe católica". Cristina López Schichting estuvo allí. "Una solo hace esto -se lo juro (yo creía que jurar es pecado, pero debo estar atrasada)- por Dios bendito y por su amor. Sólo así se explica tanta felicidad de domingo por la mañana tras una noche atroz y una semana de sol y pelos".
A Rubalcaba le cae una bronca por dudar de la acción de la Policía. "¿Quién puede fiarse de un candidato que condiciona la defensa de las Fuerzas de Seguridad a sus intereses electorales?".
De la "Tormenta de fe" de La Razón a la "Marea de fe" de ABC, que comenta con sorpresa "la capacidad del Papa para movilizar a una multitud de jóvenes" a su edad. "Ninguna figura mediática suscita entre los jóvenes tanta admiración y respeto como el Papa ni tiene semejante capacidad de convocatoria". En Cuatro Vientos todo fue enorme. "Enorme la asistencia, enorme el calor, enorme la tormenta y enorme la alegría". "Ha sido una lección de civismo y dignidad" dice Ángel Expósito impresionado. "Quien no lo comparta, que no vaya o que ni siquiera mire: pero para esos casi dos millones de jóvenes y para el anciano papa que les citó en Madrid, por lo menos respeto". También José María Carrascal está alucinado con lo que ha vivido Madrid estos días y rememora sus tiempos. "La religión era severa y aburrida, lúgubre, taciturno, sombrío". Pero ahora, "los cientos de miles de jóvenes nos muestran que el catolicismo puede ser también divertido, alegre, jovial, como la vida misma". Y cree que eso "es posiblemente lo que más ha molestado a la progresía. La izquierda radical venía acaparando la exclusiva de la diversión y el esparcimiento, sobre todo entre los jóvenes. Además, limpios, amables, optimistas. Toda una sorpresa. Nada de extraño que los indignados estén más indignados que nunca". Ya te digo si lo están.
También La Gaceta hace hincapié en "la concentración católica mas grande de la historia de España". Carlos Dávila aplaza sus vacaciones para atizar de lo lindo a los medios de Roures, es decir Público y La Sexta dejando al margen su "odio previsible." "Parecía desterrada de nuestra sociedad esa rabia destructora de la izquierda, pero ha resurgido y ¡con qué fuerza, con qué apoyo por parte del Gobierno que le regaló nada menos que una cadena de televisión". Dice que esta vez "El País ha acompañado a su odiado colega Público en esta persecución insólitamente furiosa", pero quien realmente le ha sorprendido es La Vanguardia, que llamó "intolerantes" a los peregrinos que se atrevieron a pasar por Sol. Se regodea de que el Gobierno "ha tragado quina en estos días" y critica a Jáuregui por avisar al Papa de que no criticara al Gobierno. "Están estos socialistas tan acostumbrados a perseguir a quien no piensa o actúa como ellos que, en el colmo de la osadía totalitaria, tiene la desvergüenza de exigir que los demás no se expresen como les parece".
Como si hubiera adivinado que Carlos Dávila iba a aporrearles hoy, Público titula: "La tormenta se llevó el discurso del Papa". Ni una fotito le dedica en portada al acto de Cuatro Vientos, como si no hubiera sucedido. Y Miguel Ángel Quintanilla, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia está dispuesto a "perdonar al Papa". El Papa estará mucho más tranquilo. "El espectáculo de estos días en Madrid es bochornoso. Miles de jóvenes y no tan jóvenes alardeando de papismo militante, mezclado con exhibiciones místico religiosas semejantes a las de los fans de un club de futbol". Así que exige al Papa que pida "disculpas públicamente por los inconvenientes que su presencia ha generado" y a los "ciudadanos que se vieron perseguidos, insultados y agredidos por manifestarse pacíficamente en la puerta del Sol". Mira que detalle con los peregrinos.