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EN SEVILLA

Los tres hombres que intercambiaban a sus hijas para violarlas están en libertad

Las niñas, de entre 6 y 11 años, fueron sometidas a violaciones durante dos años. Los padres y las madres, procesados, pero libres

Un juzgado de Sevilla procesa por los delitos de violación, corrupción de menores y abandono de familia a tres hombres, parientes entre sí, que se intercambiaron a sus cuatro hijas o sobrinas, de entre 6 y 11 años, para abusar sexualmente de ellas durante dos años. Los hombres, que permanecieron ocho meses en prisión cuando se denunciaron los hechos, disfrutan ahora de libertad provisional. En cuanto a las niñas, están acogidas por la Junta de Andalucía.

El juzgado de instrucción 16, en un auto al que ha tenido acceso Efe, procesa a estos tres hombres, y también a un conocido de la familia que intervino en las agresiones y a las dos madres de las menores, acusadas en este caso de consentir las violaciones y favorecer que se produjeran en su propio domicilio, con lo que en total son seis los acusados en este caso.

El juez impone a los seis procesados el pago solidario de una fianza de 100.000 euros destinados a futuras indemnizaciones a las menores, que ahora están tuteladas por la Junta de Andalucía.

Una de las niñas sufrió las agresiones desde que tenía 6 años y fue víctima de violaciones por parte de su padre, de sus dos tíos y del tercer procesado, amigo de la familia.

El acusado A.M.M., de 39 años, ha sido procesado por abusar entre 2007 y 2008 de dos de sus sobrinas, entonces de 6 y 7 años, con las que llegó a mantener relaciones sexuales plenas. El imputado J.M.P.R., de 39 años, está acusado de abusar de su sobrina de 7 años y de sus tres hijas en su propio domicilio.

J.M.B.D., de 51 años, ha sido procesado por abusar de sus sobrinas de 6 y 7 años, con las que mantuvo relaciones sexuales plenas, mientras que el cuarto acusado es J.C.M.M., de 39 años, que mantuvo relaciones con la niña de 6 años en dos de los domicilios de los acusados.

El juez procesa por los mismos delitos a las madres de las niñas, M.R.P.R. y M.B.M., porque presuntamente conocían los abusos que sufrían, favorecieron los encuentros sexuales y permitían que se produjeran en sus propios domicilios, a la vez que "intentaban ocultarlo al conocimiento de terceras personas".

El juez imputa a los acusados delitos continuados de abuso y agresión sexual, corrupción de menores y abandono de familia y confirma su situación de libertad provisional, si bien "con la obligación inexcusable de comparecer a cada llamamiento judicial".

Los abusos se conocieron tras la alerta que dio una profesora de las menores y las víctimas declararon en su día con presencia de todos los abogados defensores, en una "prueba preconstituida" que evitará que deban acudir a declarar en el futuro juicio, han explicado a Efe fuentes del caso.

Dos de los padres pasaron ocho meses en prisión al conocerse los hechos, han añadido las fuentes, aunque ahora los delitos que se les imputan pueden suponer penas superiores a los 50 años de cárcel.

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