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LA PRENSA DE UN VISTAZO

Tertsch saca los colores a Llamazares y Gala se pone de uñas por Rosa Aguilar

La pasta de los políticos ocupa a la prensa, que opina que aunque ninguno es pobre de pedir tampoco es para tirar cohetes.

El Mundo hace la media. "Los diputados tienen 163.000 euros de promedio y dos viviendas" y el streptease de sus señorías ha dejado al descubierto no solo sus posesiones sino lo cotillas que somos los españoles, porque el acceso a la web que lo publicó "se colapsó". A la hora de analizar las cosillas que poseen los políticos Pedro J. cree que "no puede considerarse escandaloso ni llegar a la conclusión de que los políticos españoles sean ricos". Del pastuqui de Bono, "el debate no es la cuantía del patrimonio (...) sino la discutible posibilidad legal de que los diputados o ministros puedan desarrollar una actividad comercial de cara al público durante el ejercicio de sus funciones", pero vamos, pelillos a la mar.

Casimiro García-Abadillo pone el dedo en la llaga. Le importa un bledo que los políticos sean ricos, lo que le toca las narices es "la demagogia que algunos han hecho a costa de los ricos, cuando ellos mismos pueden ser considerados como tales por la mayoría de los ciudadanos", como Rubalcaba, por poner un ejemplo, que tiene un millón de euros y se hace una foto con un coche de 11 años para hacer de pobre. Y no se le cae la cara de vergüenza, oiga. A Casimiro tampoco le parece de recibo que haya diputados que "se han desgañitado criticando el boom de los ladrillos cuando la mayoría tiene más de dos viviendas".

Y a Antonio Gala no sabemos qué mosca le ha picado con Rosa Aguilar, pero ha sacado las uñas. "Estoy hasta las narices de leer opiniones sobre Rosa Aguilar". Pues hijo, vete acostumbrando, es lo que pasa con los políticos, que se opina de ellos. "Yo la quiero y la admiro de veras", ah bueno, pues estupendo, nada que objetar. "Su actitud de izquierdas, su sabiduría política y social (...) por encima de parlanchines, de envidiosos y de murmuradores", que son los que no opinan como él, deduzco. Porque para Gala, Rosa es lo más de lo más. "Una mujer nacida para hacer el bien desde la política de izquierdas", fíjense qué pasión, "ojala tuviéramos muchos políticos con la honestidad, sabiduría y comedimiento de Rosa" así que le molesta una barbaridad "la envidia de unos o la exigencia de una fidelidad" de otros. Ahí queda su opinión, señor Gala, no es para ponerse así, hombre.

La Gaceta es mucho menos condescendiente con Bono que Pedro J. y le dedica el titular. "Bono abandonará la primera línea política tras sumar tres millones en patrimonio declarado". Y no le parece suficiente conocer el patrimonio actual de los diputados, sino que quiere saber "sobre todo cómo han podido pasar de una situación a otra" porque "lo que debería levantar sospechas son las notables y poco explicadas variaciones patrimoniales". Esta Gaceta. Nunca tienen bastante, nunca están contentos, siempre queriendo saber, y saber, y saber, caramba. Y claro, con ese talante viene Pomerol y nos sermonea porque "según una encuesta global, los españoles somos los europeos más cool –más guays, más chulos, más molones-". Pues no le parece bien a Pomerol, porque "uno piensa que todos, alemanes, finlandeses, holandeses no tienen ni la menor idea de pachanga ni de la justa dosificación del calimocho" pero "han logrado ser algo más prósperos. ¡Menos cool y más Calvino!", dice el tío aburrido.

A La Razón se le ve el color verde de la envidia. "Las señorías del millón de euros". Se deshace en halagos: "los parlamentarios actúan con congruencia y cumplen con los requisitos elementales de transparencia", "nuestra clase política tiene un tren de vida desahogado pero no desmedido". Unos modelos a seguir. Yo me apunto. Sin embargo, para Alfonso Merlos, que presumo debe pagar hipoteca y no tener milloncejos de euros en el banco, "queda al descubierto, salvo excepciones, que sus señorías están forradas". La excepción es el "enigmático caso de Tomás Gómez", que el cachondo dice que tiene 1.400 euros en una cuenta. Es que no le pillas el punto a este guasón, Merlos.

El País no le da importancia ninguna a la pasta de los políticos y lo relega a un rinconcito en portada, aunque en el interior se encarga de resaltar que "la media de dinero que tienen los senadores populares triplica al de los socialistas", que son mucho menos ricos.

ABC no ve "nada especialmente llamativo en esos datos", pero Hermann Tertsch está preocupado porque Llamazares ha advertido que "como no sea otra vez cabeza de lista por Asturias, vuelve la medicina". Aunque en realidad le dedica su columna porque, tras hacer público que tiene más de 300.000 euracos, ha saltado como un resorte, "con una especie de irritación preventiva" para decir que la izquierda no tiene porqué vivir debajo de un puente. "En absoluto, querido Gaspar", le tranquiliza Tertsch. Es más, "me encanta que demuestre (...) que un poquitín de confianza en el capitalismo sí alberga en la intimidad de ese corazoncito cuando deposita parte de su dinero en fondos de inversión. Que son esos fondos que mueven los mercados, esas fuerzas del mal, que, según nos advierte todos los días, quieren esclavizar a los trabajadores españoles y a todas las fuerzas progresistas". Jo, qué malo eres Hermann, pero malote, malote. "Le habrá irritado a don Gaspar que sepamos ahora que financia al menos un tentáculo menor de ese monstruo despiadado que todas las mañanas se despierta pensando en cómo hacer la puñeta al pueblo proletario". Je, je. Si es que por la boca muere el pez.

Y Público sigue disfrutando con su comienzo de curso chupi guay. Pancartón-foto "Queremos una enseñanza pública de calidad", como moló la "multitudinaria concentración del miércoles" a la que "miles de personas acudieron" y además se prepara una "gran marcha sobre Madrid", una "campaña de protestas" y el Sindicato de Estudiantes ha propuesto hasta una "huelga general para el 6 de octubre". Qué gustillo. Se les ve contentillos. Que disfruten, hombre, en estos tiempos aciagos.

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