En El Mundo, Pedro J. está soñador y apuesta por un pacto PP-PSOE antes del 20-N. En un idílico editorial pide que "Zapatero vuelva a tomar las riendas de la situación, convoque cuanto antes a Rajoy y a Rubalcaba y, juntos, aceleren ya de cara a la próxima legislatura algunas medidas estructurales". ¿A que es bonito el país de Pedro J.? ¿Se habrá exiliado en secreto?
Anson, mucho más en la tierra, explica por qué Rubalcaba se ha tirado a los pies de las "indignadas ombligueras minifáldicas" porque no quiere que le consideren el "abuelo cebolleta, el carroza de la calva tersa". Visto así, es comprensible. Y además, como es tan, tan listo, "conoce mejor que nadie la idiocia de una parte de su partido" y aunque pierda las elecciones quiere el poder de Ferraz, donde "varias navajas cachicuernas están preparadas para el asalto al poder". Lo mismo opina Lucía Méndez, que cree que "la bicefalia le está masacrando como candidato" porque los electores "pueden tener la incómoda sensación de que su candidato les está tomando el pelo". No, hombre, no Lucía, quién va a pensar tal cosa de Rubalcaba.
Por cierto, que cuenta El Mundo que "un grupo de intelectuales se ha sumado a la causa de los profesores". ¿Quién será?, se preguntarán intrigados. Pues andaba la zeja superaburrida desde que se enfadaron con Zapatero y han visto movida contra Aguirre, así que se han desperezado y ¡hala!, "un centenar de personalidades del universo cultural" ha preparado a toda prisa un manifiesto y "han estampado su firma". Pero qué bien se lo van a pasar en esta vuelta al cole.
La Gaceta los ve "como abejas al panal", a por la miel de Aguirre. "La última ocurrencia de Almudena Grandes y compañía es firmar un manifiesto que ataca la política de Esperanza Aguirre" con una "apasionada toma de posición". Mientras, Carlos Dávila, muy tolerante, defiende el "derecho" de Chacón a "pensar lo que quiera. Incluso a pensar bobadas" como que "la inmersión lingüística en Cataluña ha sido una bendición del Cielo". Eso sí, que "piense lo que se le arrebate, pero que se marche".
El País defiende con uñas y dientes la genialidad de su candidato de reimplantar el "impuesto para ricos". Y advierte a las comunidades del PP de que el Gobierno les va a castigar quitándoles millones y así "empujaría a los presidentes rebeldes a cobrarlo". ¿Sabe El País que hay elecciones en dos meses? Está empeñado El País en vender como sea "la propuesta estrella de Alfredo". "Que se sepa que ha sido Rubalcaba quien ha provocado" que el Consejo de Ministros apruebe el impuesto para "reanimar el voto clásico del PSOE" que ya se vio ayer que está muy malito. Y Miguel Ángel Aguilar está atónito. Es que no da crédito. "Otra vez los más pobres, sin cuyo concurso es imposible ganar unas elecciones, parecen dispuestos a entregar su voto a la derecha". ¿Habrase visto mayor degeneración? "Se confirma la grave dificultad que tienen los pobres para votar a la izquierda". Estos pobres son la leche.
En ABC, Jaime González no tiene piedad de Rubalcaba y dice que le ocurre como al toro Ratón, que "desata el pánico. Que viene Rubalcaba, gritan, y la estampida es de carácter general, no vaya a ser que el candidato se arranque y les empitone para obligarles a formar parte de las listas". No contento con poner al candidato al borde de las lágrimas, sigue hurgando en la herida. "Como sigan las deserciones van a tener que decretar la Inserción Obligatoria en las Listas".
La Razón cuenta la gracieta de la universidad de Castilla-La Mancha, que ha puesto como examen de selectividad un texto del colaborador de Público Juan Carlos Escudier sobre la situación financiera de Esperanza Aguirre. Los estudiantes tenían que comentar el texto, señalar su estructura, hacer un resumen y una "opinión crítica sobre la pobreza en nuestra sociedad". Qué ingeniosos, estos intelectuales manchegos. ¿Y no se les ocurrió incluir otro texto de La Gaceta sobre Bono para hacer un análisis comparativo?
En Público, Luna Miguel se confiesa. Está desilusionada con su periódico. "A veces, uno tiene que decidir qué se puede contar y qué no sobre el trabajo o empresa a la que pertenece. A veces uno tiene que arriesgarse: ¿Que le corten la cabeza o la verdad por encima de todo?". Cuenta, Luna, cuenta, desahógate. Pero se corta. "Somos unos cobardes y no decimos lo que sentimos, lo que pensamos, lo que asquea: pero es que tampoco nos dejan espacio", déjate de rodeos Luna, aprovecha que tú sí que lo tienes. Pues nada, que no "mejor ser cobarde, mejor guárdate el secreto". Y se va por las ramas. "Todos formamos parte de este pedo ficticio que se hace llamar Prensa, que está en ruinas, y que no deja de decepcionarnos día tras día". Vamos, que al final nos tragamos su depre, pero nos deja con la miel en los labios.