Como Zapatero ya no pinta nada le tose cualquiera. Hasta Conde Pumpido se le ha subido a la chepa llevándole la contraria con el comunicado de los presos de ETA que tan fabuloso le parece al presidente. A él le parece "vergonzoso". El Mundo titula: "Pumpido, en las antípodas de Zapatero". Ahora cualquiera, señor fiscal general.
Ante el último bis de Zapatero saliendo a despedirse, Pedro J. cree que "España afronta sus elecciones más decisivas del actual periodo democrático" y pide una mayoría absoluta en las urnas. "España necesita un Gobierno con un mandato claro de las urnas, un gobierno que esté respaldado por una amplia mayoría que le permita el margen de maniobra suficiente para superar esta difícil encrucijada histórica". Pero claro, como en portada lleva una foto de sí mismo posando con su mujer, Zapatero y Rajoy, no quiere mojarse y no especifica para quién pide esa mayoría.
Raúl del Pozo vuelve soltar unas lagrimitas por Zapatero. De aquí a que se vaya todavía tiene cancha. "Representa el fracaso de la bondad progresista (...) Ha logrado que España no sea intervenida inmolándose a los mercados, ha mantenido la paz social –con el inestimable cariño de los sindicatos, señor Del Pozo, seamos justos- y todo indica que ha contribuido a la extinción de ETA". Y con este curriculum, al pobre "le han molido los huesos, mucho más que a los otros presidentes". Bueno, no sé si Aznar estará muy de acuerdo con esto.
Y a alguien se le va a caer el pelo en El Mundo. Está Gala echando chispas por una errata "imperdonable" del editor de su columna que "debo remediar a petición del interesado que la padeció. Se trata de mi perro de menor edad. Él se llama Mambrú y este periódico, y en mi propio hueco, lo llamó Bambrú". Qué desatino intolerable. Ignora, el indignado Gala, "a quién se le pudo ocurrir (...) Supongo que a algún torpe". Seguro, señor Gala, cómo está el servicio...
El País le rompe la "paz social" a Raúl del Pozo con una portada terrorífica. "Cataluña quiere quitar media paga de Navidad a médicos y enfermeros. Sanidad y Enseñanza sufren los peores efectos de los recortes. Los impagos ahogan a los centros de discapacitados intelectuales en toda España. Los profesores convocan más huelga en Madrid", la Guardia Civil detiene al Dioni, el mundo se hunde sin remedio... Y mientras el cielo se derrumba sobre nuestras cabezas, Rajoy se aferra al "depende, la palabra que mejor resume la imagen que el propio Rajoy ha contribuido a instalar". Percibe El País que "dentro del PP se está extendiendo una enorme preocupación". Sí, es verdad, se les ve tela de preocupados. Dice Fernando Garea que los 53 días que quedan para las elecciones van a ser "un calvario para Zapatero y para Rubalcaba", porque ZP "ya no puede ayudar, pero sí entorpecer mucho". Y Rajoy ya tiene bastante con "no dar miedo y no movilizar al electorado de izquierdas". Sin embargo Rubalcaba, el pobre, necesita 53 días –tirando por lo bajo- "para que cale su mensaje de distanciamiento y sus propuestas". En el editorial le hace un balance de esos que tanto le gusta hacerle a Zapatero. "Dilapido su credibilidad con la misma velocidad con la que la había ganado. En especial cuando, declarada la crisis, trató primero de negarla y después, de combatirla a golpes de propaganda e improvisación". Para que se vaya con buen sabor de boca.
En La Gaceta, Carlos Dávila está a punto de perder la paciencia y se declara "hastiado" con la "disolución histórica que nos deja Zapatero". "Lean ustedes bien las reseñas que lo afectos hacen de él porque ni siquiera son capaces de salvarlo". ¡Uy!, no Carlos, no nos castigue más. Y "todavía le tenemos que soportar tres meses. ¡Qué enorme hastío!". Vamos, Carlos, aguante. En el editorial dice que "cuando ha caído el telón sobre esta legislatura del zapaterismo el patio de butacas ya estaba desierto, el público ni siquiera se ha quedado para abuchearlo". Serán maleducados. Y no está para nada de acuerdo con Raúl del Pozo. Aznar fue más maltratado que Zapatero. "Resulta muy revelador el contrate entre el último saludo en el escenario de Aznar –al que casi ahorcan entre bambalinas- y la forma tranquila de marcharse de Zapatero (...) A la hora del balance, la herencia del zapaterismo es mucho más que un concurso de cursiladas". Vale, pero tampoco hay que desmerecerlas.
En ABC, Zapatero se la carga por sus loas a los presos de ETA. "La hambruna electoral del PSOE provoca estas alucinaciones, confiando en que ETA o su entorno pseudopolítico alimenten expectativas en plena campaña con nuevos comunicados (...) Mal pinta la campaña socialista si tanto depende de lo que haga ETA". También Tomás Cuesta se lía a tortas con Zapatero. "Solo alguien como Zapatero, en cuyo desahogo se aprecian los incómodos efectos cinéticos de un radical alojado en el cuerpo de un político adolescente, puede dedicar una de sus últimas comparecencias como presidente a pasar la mano por el lomo de los presos de ETA y eludir olímpica y fríamente cualquier alusión a sus víctimas". Así que aunque se vaya cobrando una pasta gansa, Cuesta está feliz porque "se compromete a no participar más en política. Si por una vez se ciñe a sus palabras, puede que lo que parece un desatino (...) esté a medio camino entre un silencio comprado y una bendición".
A La Razón no se le hace tan largo lo de los tres meses. "Empieza el relevo". O mejor, "Rajoy toma el relevo", precisa en el editorial, en el que le hace pupita a Rubalcaba. "Zapatero se limitó ayer al tramite institucional y el líder del PP recogió el testigo como próximo presidente". Y mientras estos lucían palmito, "el candidato Rubalcaba fue relevado al papel de secundario". Qué mala leche, ¿eh?
Hasta Público está hasta el gorro de Zapatero. "Zapatero protagonizó ayer su enésima despedida", dice. Luna Miguel se despide de él y de muchas otras cosas más. "Descansa en paz Periódico de Izquierdas". ¿Cierra Público? "Descansa en Paz Oficio Estúpido". ¿Le ha tocado el ERE? "No sabes cuánto nos detesto". Bueno, tranquila mujer, no eres la única.