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El juez del caso Marta no tuvo en cuenta la declaración del asesino confeso

El magistrado Alejandro Vián no tuvo en cuenta la declaración de Carcaño, que señaló al Cuco como autor de una violación y, por ende, cómplice en el asesinato.

El juez de Menores, Alejandro Vián, que sentenció a Francisco Javier García Marín, El Cuco, menor de edad en el momento del asesinato de Marta del Castillo, no tuvo en cuenta la declaración del asesino confeso Miguel Carcaño, que señalaba al Cuco como autor de una violación sobre la joven y, como poco, de complicidad en el asesinato. Como consecuencia, al no admitir los delitos, rebajó su pena. Por ello, el martes las acusaciones pidieron la máxima pena para el joven, mientras que su defensa negó su participación en los hechos.

En la vista celebrada en la Audiencia Provincial de Sevilla para revisar la sentencia, la Fiscalía y la familia de Marta reclamaron seis años de internamiento, la máxima pena prevista en la Ley del Menor. Ambos dan credibilidad a la versión contenida en la confesión de Miguel Carcaño porque las pruebas encajan. En esa declaración, Carcaño confiesa que ambos, él mismo y El Cuco, violaron a la menor y que luego la asfixiaron.

El Ministerio Público defendió que la declaración del asesino confeso, Carcaño, es una prueba válida. El juez Vián la desestimó durante el juicio por no haberse reproducido en la vista.

Además, la fiscalía procuró dar una relación de las pruebas que dan verosimilitud a la declaración de Miguel Carcaño, a pesar de la dificultad de no haberse encontrado el cuerpo de la joven. 

En primer lugar, aludió a los detalles que Carcaño ofreció y que no parecen puedan ser inventados. Además, hay que explicar el hecho de que entre las pruebas biológicas hay ADN de Marta del Castillo mezcladas con el del Cuco justo donde Carcaño sitúa como lugar de la violación y muerte de la joven. También subrayó el sospechoso apagón de los teléfonos móviles de los implicados en la franja temporal que va desde el momento del crimen y el traslado del cuerpo a un lugar desconocido.

Además, adujo que los propios padres no creyeron al Cuco, refiriendo que una de las conversaciones del padre con el hijo puede oírse "Y yo soy virgen", cuando El Cuco negaba su participación en los hechos. 

El abogado de la familia, José María Calero, tildó de "graves" los errores cometidos por el juez Vián en su sentencia que no precisa dónde estaba El Cuco cuando cometió el crimen aunque no tenía coartadas. También sostuvo que el magistrado se refirió en el juicio a una llamada que "no existió" y que no está recogida en el sumario. Según el juez, Miguel Carcaño llamó al menor tras matar a Marta, pero esta llamada no se produjo.
 
La defensa del Cuco, además de sostener la inocencia del menor, calificó de "nefasta" la investigación y negó calidad y precisión a las pruebas presentadas. 

Naturalmente, la confesión de Carcaño, que tuvo que ser oída por la familia de Marta presente en la sala, provocó emoción y dramatismo por la crueldad de los detalles.

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