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"No he tenido tiempo de decidir, había que sacar al bebé lo antes posible"

Los testigos, y el párroco de la Iglesia de la calle Jazmín, dan nuevos detalles sobre la pavorosa situación que vivieron.

Según la portavoz del Samur, el equipo se encontró al llegar a la parroquia de la calle Jazmín "tres heridos, un varón y dos mujeres". En declaraciones a los medios, la profesional que salvó la vida del niño confirmó que "una de ellas estaba embarazada, en parada cardiorrespiratoria".

Tras iniciarse las maniobras de reanimación "como el bebé estaba a término, se ha hecho una ecografía" y tras esto se decidió "hacer una cesárea y reanimarlo, y se ha procedido al traslado al hospital". La mujer, más tarde, falleció aunque aclaró "el bebé estaba en la UVI" para entonces. "La otra mujer presentaba una herida por arma de fuego en tórax, estaba grave pero consciente, y el varón estaba fallecido".

El nombre de la responsable de salvar la vida del bebé, tal y como publica elmundo.es, es Ceferina Cuesta López, Jefa de Guardia del SAMUR. Ceferina, que cursó la carrera de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, fue quién decidió realizar la cesárea de urgencia, que en un caso como ése se realiza sin cuidar la estética. "No he tenido tiempo de decidir, he pensado 'hay que hacerlo' y adelante, sobre todo por el bebé", publica el diario en su versión digital.

La práctica de cesáreas no era desconocida para Ceferina, y cuenta que la había practicado otras veces en los quirófanos de un hospital, pero "a mujeres vivas". La médico, tras intentar reanimar sin éxito a la mujer embarazada, se marcó como prioridad "la otra vida".

Ceferina explicó que, en una persona fallecida, la cesárea no es difícil porque "la estética no importa, vale con hacer una gran incisión y sacar al bebé lo antes posible". Al sacar al bebé del vientre de su madre, el corazón no latía. La UVI móvil que acompañaba a Ceferina tuvo que intervenir y logró que el crío recobrara el pulso.

El párroco, por su parte, también confirmó a los medios que el hombre "estuvo merodeando por la tarde, apostado y a la caza para realizar la barbaridad".

Igualmente, los testigos describieron al asesino como un "chico con gorra y una funda de paddle", dentro de la cual llevaba la pistola. Según uno de los asistentes a la misa, entró y pegó "un primer disparo, y el primer disparo ha matado a la chica y ha caído sobre el banco". Entonces hizo un nuevo disparo, "como disparando al Sagrario, al Cristo, y luego se ha pegado un tiro él". Tras esto, asegura el testigo, "le puse la mano en la tripa" a la joven y llamó al Samur. "Han sonado tres disparos, pero creíamos que era de broma".

Otro testigo explicó a los medios que "a dos o tres minutos de empezar la misa ha salido él y ha ido directamente a la señora, le ha puesto la pistola en la sien y la ha matado. A mí se me ha quedado mirado pero no me ha hecho caso. Ha vuelto a disparar y le ha pegado a otra señora en el pecho, que ha salido la bala por detrás, ha seguido caminando y se ha disparado".

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