Lo de ABC parece una guerra psicológica. Rubalcaba "no despega". "Experto en maniobras internas, la luz de los focos no le sienta bien a un personaje (...) incapaz de comunicar los electores" y eso "pese a su pirotecnia verbal". Esto es solo el comienzo. El pobre muchacho "hace guiños a un lado y al contario", pelea "como gato panza arriba" y "como buen felino acorralado, lanzó zarpazos a diestra y siniestra". Pero nada. ABC le atiza una serie de titulares como para desmoralizar al más pintado. "El efecto Rubalcaba se hunde con sus promesas". "El PSOE se instala en el desánimo con un candidato que no consigue remontar, mientras crecen las batallas internas por el previsible desplome". Y para rematar. "El PSOE baja más donde el candidato hizo campaña". Rubalcaba no leerá hoy el ABC.
En El Mundo, Victoria Prego dice que los decaídos socialistas están en un "estado de humillación política colectiva aún no superado" tras el 22-M. Así que les vino bien oír a Felipe y Rubalcaba para "rescatar un poco su fe". "El argumento de los socialistas, que es viejo y recurrente, sobre todo cuando temen la derrota, siempre les ha dado buen resultado. Veremos qué pasa esta vez". A Carlos Cuesta le importa un pimiento la depre de los socialistas. "Rubalcaba, Blanco o Valenciano no han tardado en criticar los recortes y desempolvar la campaña del dóberman (...) Son ellos los culpables de los recortes. Y quienes nos insultan a todos ocultando el origen de nuestra ruina".
Y a Jiménez Losantos tampoco le dan ninguna pena, aunque atiza más con lo de ETA. "Rubalcaba y López, por rapiñar unos votos van a perder hasta la camisa (...) La ETA no tiene ni que decir que se disuelve, porque para eso están López y Rubalcaba".
También Rubalcaba es el dueño y señor de la portada de La Gaceta, porque "pretende restaurar el delito de odio ideológico en España". Parece que candidato va a poner hasta una fiscalía especial para enchironar a los que le lleven la contraria. "Rubalcaba solo buscaría tener un arma con la que, bajo un velo de presunta legalidad, señalar y a continuación erradicar a sus oponentes ideológicos, es decir: a todos los que no piensan como piensa, en este caso, Alfredo Pérez Rubalcaba", dice el editorial. Pues apañados vamos. Tampoco Carlos Dávila ahorra mamporros al candidato. "Va Rubalcaba y, tan pancho, se marca un farol y asegura que, apretándonos con dos mil millones más de impuestos el tabaco y el alcohol, resuelve el déficit de la sanidad", cuando los expertos calculan que el déficit total de los españoles es de 15.000 millones. "Frivolidad, indigencia y mentiras, buen título para una película de Sinde".
En La Razón se ponen chistosos. "Rubalcaba, a los 4.833.700 parados que deja su gobierno: ‘siempre estaré a vuestro lado’". ¿A que son graciosos? Y es que el periódico de Planeta está desbordado de gozo. "El cúmulo de errores del gobierno y la oposición responsable y consistente liderada por Rajoy refuerzan mes a mes la mayoría absoluta del PP". César Vidal se lamenta de que "el todavía presidente del gobierno tiene como única meta apurar el vino frío y dulce de los últimos días en La Moncloa (...) mientras se lamenta de que los españoles no hayamos comprendido su genialidad".
Menos mal que los periódicos afines a Rubalcaba le dan palmaditas en la espalda. "Tomó ayer impulso (...) con un discurso encendido en defensa de lo público, cargado de ideología y muy crítico", bendice El País. Hizo "una exhibición de propuestas" en contraste con lo que hace el PP. Lástima que las encuestas no lo entiendan. Fernando Garea se esfuerza por dejar claro que Rubalcaba no tiene nada, pero nadita que ver con Zapatero, vamos que casi ni se conocen. "Rubalcaba, obviamente, no es Zapatero, sus discursos no pueden ser los de la retórica del sentimiento" y "consiguió presentar un programa socialdemócrata (...) Al margen queda el debate sobre si es creíble tras años en el Gobierno", dice el cachondo. En el editorial, El País insiste en que solo un duelo Rajoy-Rubalcaba los puede salvar. "La última esperanza para los socialistas reside en la campaña, sobre todo si hay debates entre los dos principales candidatos". Pero Enrique Gil Calvo tiene una idea mejor. "El único suspense es el de tratar de adivinar cuán abultada será la paliza que Rajoy le pegue a Rubalcaba" así que "si alguna catástrofe no lo remedia, el fatalismo de los españoles determinará el 20-N la mayoría absoluta del PP". Así que al loro.
Público, muy optimista, toca "a rebato en el PSOE" porque "Rubalcaba rearma al PSOE". Asistió a un mitin distinto a otros periódicos en el que "el candidato puso en pie al auditorio", aunque luego reconoce que no fue para tanto. En realidad, solo había "tibios aplausos" hasta que soltó el "broche final" diciendo que no se va a dejar ganar. Entonces, "una prolongada e intensa ovación estalló". Pobres socialistas, con esa depre cualquier cosilla les emociona.