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EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA DE CENTELLES

Nueva York exhibe el patrimonio despreciado por la Generalidad

La Universidad de Nueva York acogerá una exposición de fotografías de Agustí Centelles, archivo despreciado por la Generalidad.

La Generalidad de Cataluña se ha llevado un duro varapalo después de observar cómo el patrimonio del fotoperiodista Agustí Centelles, despreciado por el tripartito, ahora se exhibe por todo lo alto en Estados Unidos.

De hecho, la Universidad de Nueva York acogerá a partir de este miércoles una exposición con más de 40 fotografías del fotoperiodista tomadas durante la Segunda República, la Guerra Civil y en el campo de concentración francés de Bram.

Según informa La Vanguardia, los organizadores han explicado que la muestra que se expondrá en el centro Rey Juan Carlos I de la universidad neoyorquina incluye fotografías "espectaculares" que Centelles tomó en Barcelona poco después del inicio de la Guerra Civil así como imágenes de la guerra y del campo de Bram, donde el fotoperiodista español fue internado.

Cuando Centelles volvió a España durante la Segunda Guerra Mundial huyendo de la persecución de la Gestapo guardó todas las fotografís en casa de un amigo en Carcassonne (Francia). Ya fue tras la muerte de Franco cuando el fotógrafo volvió a la localidad francesa donde sus negativos han permanecido intactos y en perfecto estado.

Conflicto entre la familia y la Generalidad

La familia de Centelles y la Generalidad han vivido varios episodios polémicos en los últimos años. El archivo fotográfico fue vendido por la familia al Ministerio de Cultura después de que la Generalidad despreciara la obra del fotoperiodista y la calificase incluso de pésima.

La familia de Centelles fue linchada mediaticamente por el tripartito. Fue después cuando el Gobierno catalán ha exigido la vuelta del archivo a Cataluña y ha arremetido duramente contra los hijos del fotoperiodista.

Por ello, los hijos han asegurado que el archivo seguirá en Salamanca y se niegan a que vuelva a Cataluña. Así, aseguraron que durante 36 años el archivo de su padre estuvo a disposición de la Generalidad y del Ayuntamiento de Barcelona pero que nunca demostraron el "más mínimo interés" por lo que reafirmó su posición de dejar el archivo en su ubicación actual: Salamanca.

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