La compañía ferroviaria holandesa ha puesto en circulación 131 nuevos trenes. Su puesta en marcha ha traído polémica no por su coste o por su velocidad, sino porque no incluyen baño. Según informa el alemán Die Welt, aunque en principio los trenes estaban pensados para distancias cortas, las quejas han llevado a la compañía a improvisar una solución: dispensarán, en caso de emergencia, una bolsa.
El artilugio, que lleva el nombre de Travel John, está pensado para ser utilizada en casos de "extrema urgencia" en los que los pasajeros no puedan acceder al baño de la estación. Por ejemplo, que un tren quede atrapado entre parada y parada por problemas meteorológicos.
En la bolsa de plástico que facilitará el personal se incluye un polvo blanco que se convierte en gel con el contacto del líquido. Después, se precinta y se tira.