Polémica en el Vaticano. Y el motivo ha sido el documento de un pequeño dicasterio de la Santa Sede, el de Justicia y Paz, presidido por el cardenal ghanés Peter Turkson, titulado Por una reforma del sistema financiero y monetario internacional en la perspectiva de una autoridad pública con competencia universal. El texto se alineaba con la izquierda económica, culpaba al liberalismo de la crisis y apostaba por la creación de un Gobierno mundial. Evidentemente, el documento generó gran polémica y se asoció al Papa al haber salido del Vaticano.
Sin embargo, esta iniciativa propia del cardenal africano no ha gustado absolutamente nada a las más altas instancias vaticanas puesto que incluso contradice en algunos aspectos a la encíclica que el Papa escribió al respecto, Caritas in Veritate.
De este modo, el secretario de Estado del Vaticano, Tarciso Bertone, ha puesto orden ante la confusión y el desconcierto que el documento de Justicia y Paz ha generado en católicos y no católicos. Sin embargo, el cardenal salesiano ha vuelto a quedar en entredicho de nuevo al no ejercer el control de lo que ocurre en la Curia dejando así el camino abierto para las críticas al Papa.
Según informa el vaticanista Sandro Magister, en una pequeña cumbre convocada por la Secretaría de Estado, Bertone ha dado orden de que no se publique nada que no tenga el control preventivo y la autorización explícita de su persona.
De hecho, lo que más ha irritado de este documento sobre economía es la contradicción con la encíclica del Papa. El Pontífice nunca ha invocado una "autoridad pública con competencia universal" sino que en Caritas in Veritate habla más propiamente de una "gobernanza" (una reglamentación) de la globalización a través de instituciones subsidiarias y estratificadas, no supranacionales.
Críticas desde fuera y dentro del Vaticano
Además, ha causado estupor la ruptura del texto presentado por Turkson con la línea que sostiene desde hace tiempo L’Osservatore Romano. Así el diario vaticano no tardó en contestar al documento de este dicasterio. Lo hizo a través de Etore Gotti Tedeschi en un editorial. Este comentarista es además presidente del Instituto para las Obras de Religión y del Banco Vaticano.
En el documento criticado se afirmaba que para salir de la crisis serviría una autoridad política mundial que garantice la transparencia de los mercados; además se enuncian tres propuestas concretas, aunque no sean nuevas: gravar las transacciones financieras, porque los que operan en los mercados financieros tienen que contribuir a pagar los costos de la crisis; recapitalizar los bancos; distinguir entre actividad de crédito ordinario y actividad de "Investment Banking".
Por su parte, Gotti afirma que "los errores de interpretación y subestimación de la crisis económica actual han sido muy graves y perduran". Agregaba lo que él mismo y el periódico del Vaticano han afirmado en más de una ocasión, es decir que los "verdaderos orígenes" de la crisis son "el colapso de la natalidad y las consecuencias que han provocado el aumento de los impuestos sobre el PIB para absorber el costo del envejecimiento de la población", temas que no citaba, en cambio, el dicasterio del cardenal Turkson.
En EEUU desmontan los argumentos
Los católicos de Estados Unidos también han salido en tromba contra el que denominan el cardenal "indignado". Tal y como recoger Vatican Insider, por ejemplo el intelectual George Weigel arremete contra el texto y a los que quieren calificar al Papa ahora como el capellán de los indignados de Wall Street. "La verdad en toda esta historia es que el Vaticano (si esta expresión se refiere al Papa, a la Santa Sede, a las enseñanzas de autoridad del magisterio y a las estructuras centrales del gobierno de la Iglesia) no tiene nada que ver con este asunto. El documento es una nota emitida por un ente bastante pequeño de la Curia. El documento no habla en nombre del Papa, no habla en nombre del Vaticano, y no habla tampoco en nombre de la Iglesia Católica".
Otros grupos católicos estadounidenses niegan que sea posible y necesaria una drástica regulación de las finanzas globales y que el uso de términos de autoridad supranacional "son meros neologismos de los autores", el cardenal Turkson y su segundo.
Turkson pasa al ataque
Pero el principal afectado en este asunto, el presidente del Pontificio Consejo ‘Justicia y Paz’, no ha tardado en contestar. Tras las críticas que dicen que tanto el Papa como Bertone están molestos por publicar un documento como este antes de la cumbre del G-20, Turkson reprocha que le critican por poner "en duda el capitalismo liberal".
"Hay algunos que aplauden y que nos dicen: ‘ahora estoy orgulloso de pertenecer a la Iglesia Católica’; hay otros que no están muy contentos. Y después, están los que dicen que dicen que hemos traicionado las enseñanzas del Papa Benedicto XVI, porque él nunca ha hablado de una autoridad política".