El conflicto llevaba gestándose tiempo. La empresa Alstom decidió que no mantendría más los trenes porque la empresa concesionaria, Tranvías de Parla S.A., le debe siete millones de euros desde hace tres años. Y Tranvías de Parla, a su vez, no paga porque el Ayuntamiento le debe 48 millones de euros.
Cuando el actual alcalde parleño, José María Fraile, se plantó ayer en la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid –donde terminó pasando la noche como modo de protesta – el consejero de Transportes, Antonio Beteta, dejó claro que el problema es entre la Administración local de Parla y unas empresas que no cobran.
Además, Beteta señaló que "hay una carta" que confirma que Tomás Gómez acordó el 31 de enero de 2005 que se haría cargo de toda la inversión en infraestructuras y que la única obligación del Consorcio de Transportes sería asumir el 50% del déficit para financiarlo.
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Uno de los argumentos de Frailes, a pesar de este compromiso por escrito de su antecesor en el cargo, es que la subvención que se da al tranvía es tres veces inferior que la del metro ligero a Boadilla del Monte. Pero la Comunidad de Madrid ya ha contestado que el tranvía de Parla es local, y el metro de Boadilla pasa por Pozuelo y llega hasta Madrid.