El Mundo abre con novedades sobre el 11-M –"Querella de Zougam por falso testimonio contra J-70 y C-65"- y Pedro J. pide que se reabra el caso. "Si ante una indefensión tan flagrante como la que ha padecido Zougam no se reconsidera el proceso, el juicio de revisión como tal, concebido para corregir posibles errores de la Justicia, perdería su sentido. Hay argumentos para pensar que un inocente está en la cárcel".
Y el Rey se ha liado la manta a la cabeza y echado a la mitad de la familia de su Familia. Como lo oyen. "Urdangarín, Cristina y Elena dejarán de ser Familia Real" y "dejarían de percibir una asignación del Rey procedente de la parte del presupuesto". Pedro J. se lanza a defender a la pobre Elena, que va a pagar los platos rotos. "Apartar la infanta Elena de la Familia Real sería tanto como hacer pagar a justos por pecadores". Le va a coger una tirria a su hermanita pequeña... Y a su cuñado, ni les cuento. La que se va a liar esta Nochebuena en la Casa Real. Ay el mensaje, que nos quedamos sin mensaje.
También ofrece hoy El Mundo los quejíos de Francisco Franco Martínez-Bordiú, el nieto del dictador. "Si Franco levantara la cabeza", titula su artículo. Resulta que el pasado sábado acudió "como invitado al debate de un conocido programa de televisión" cuál será, cuál será para "defender la postura de mi madre" con lo del Valle de los Caídos. Antes de entrar, por si acaso le llovían tortas, pidió el incauto "al moderador del debate que se evitara el insulto hacia quien fue para mí un ser muy querido". Cuenta Paco Franco que algunos fueron muy educaditos, pero "no puedo decir lo mismo de María Antonia Iglesias y Pilar Rahola". ¿Nos está vacilando el nieto? "Las interrupciones constantes, así como los insultos permanentes a mi abuelo y a mi persona, fueron la tónica de su actuación (...) Percibí odio y rencor", dice suspicaz. Maria Antonia Iglesias debió de entrar en éxtasis. Así que, en venganza, Francisco Franco nos cuenta las bondades de su abuelo que Maria Antonia y Rahola no le dejaron decir en el programa.
El País tiene una historia sobre Urdangarín. "Dos Gobiernos del PP ayudaron a Urdangarín a captar fondos privados". Vaya novedad, dirán. Ya pero a El País le sirve para colar un PP en el titular. Al lado tiene otro. "El PP empieza a imponer su mayoría absoluta en el control del Congreso". ¿Será quizá porque tiene mayoría absoluta? Y el palo a Rubalcaba se lo propina hoy Joan Romero, que dice que es catedrático en la Universidad de Valencia. Romero pide a los "actuales dirigentes" del PSOE que "cedan voluntariamente el testigo y tengan la generosidad y la visión necesaria para propiciar un cambio profundo". Y es que "hace tiempo que todas las evidencias indican que es una organización que responde al modelo de partido viejo y autista", no le va a gustar a Rubalcaba, no le va a gustar nada eso de viejo y autista. "La estrategia de supervivencia y de resistencia aprobada por quienes integran los órganos federales de dirección es una hoja de ruta equivocada. Ni siquiera han sido capaces de asumir su responsabilidad en la derrota". Pumba, un directo a la jeta de Rubalcaba.
En ABC, Fernando Fernández atiza a Cantó por renunciar a que le paguemos el hotel en Madrid –ha dicho que gracias, pero que ya tiene casa- y la pensión privada. "Se empieza a dibujar un cierto populismo que se cuela por las rendijas del espacio político (...) Se está poniendo de moda aceptar un puesto de trabajo y permitirse la elegancia formal de rechazar el sueldo". Sí, es una moda de lo más extendida, cierto. Y se queda tan fresco. Y Curri Valenzuela sigue dándole vueltas al idilio Zapatero-Rajoy. "Zapatero termina su mandato 'entregado' a Rajoy". Bueno, Curri, y viceversa, que las carantoñas son mutuas.
En La Razón, Martín Prieto revela que "fue una amiga mía quien le implantó el cabello a Bono y temo que le esté creciendo el pelo hacia el cerebro, porque la hagiografía de Zapatero alcanzó niveles sonrojantes de cursilería". Aplaude la "armonía" entre Rajoy y Zapatero, pero eso sí, "falta que Sonsoles invite a almorzar a Viri en La Moncloa para ver el color de las colchas".
La Gaceta ha pillado a Felipe González saliendo de un restaurante con un empresario "vinculado a los negocios más oscuros del petróleo". Ajajá. Pero es que encima todo esto pasaba después de que "el enfado de Felipe González" frustrara "la cena de exministros para conspirar sobre el futuro del PSOE". Y es que resulta que varias viejas glorias del PSOE se habían citado en un restaurante para cenar y de paso dar una especie de golpe de estado en el partido, poner una gestora dirigida por Felipe y tras unos meses imponer a Rubalcaba. "El expresidente del Gobierno se desmarcó y a su cabreo se sumó el de Rubalcaba y la cena quedó anulada".
Público va igualito, igualito que La Gaceta. "González desconvoca la cena felipista". "Felipe no viene a cenar", dice Casandra muy cabreada. "Llegó Felipe y mandó a parar" cuando "se percató de la magnitud del disparate". Y es que "treinta miembros de la vieja guardia (...) podían acabar la sobremesa (...) cantando Maitechu mía". Menos mal, menos mal que Felipe esta líado y les dijo que no tenía el cuerpo pa jotas.