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ENTREVISTA EN EXCLUSIVA A GERMINANS

"El nacionalismo unido al progresismo ha sido letal para la Iglesia en Cataluña"

Germinans, grupo de católicos catalanes denunciados por Sistach, analizan para LD la verdadera realidad de la Iglesia en Cataluña.

Germinans, grupo de católicos catalanes denunciados por Sistach, analizan para LD la verdadera realidad de la Iglesia en Cataluña.

Germinans Germinabit es una página web creada por sacerdotes y laicos de Cataluña que han denunciado las tropelías que se vienen realizando desde hace décadas en Cataluña. Lo definen muy bien. El nacionalismo unido al progresismo eclesial ha sido "letal" para Cataluña. Sin embargo, también es una cuestión de edad. Cada vez quedan menos progresistas y los que hay son en su gran mayoría muy mayores. Eso sí, han dejado a su paso un erial que será difícil de reconducir.

Su labor está levantando ampollas en estos sectores que dominan sobre todo en Barcelona. Es tal la animadversión que han levantado entre los nacional-progresistas que incluso han sido denunciados por la propia Archidiócesis.

Pero no todo está perdido y se atisban algunos brotes verdes en Cataluña. La llegada de obispos no nacionalistas está levantando muy poco a poco una situación que ha situado a esta región en la vanguardia de la secularización en Europa. Germinans analiza en una entrevista exclusiva con Libertad Digital la situación que se vive actualmente en Cataluña, cuáles son los males en la Iglesia local y que soluciones se atisban de cara al futuro.

Pregunta: ¿Cómo surge Germinans, qué es lo que hacéis y qué motivo os hace trabajar en el anonimato?

Respuesta: El principal motivo del nacimiento de Germinans es dar visibilidad a una parte de la iglesia en Cataluña, que está permanentemente oscurecida y que, por el contrario, es la que más vitalidad posee; la que tiene sus templos más llenos; la que consigue que más jóvenes vayan a sus celebraciones; la que celebra más primeras comuniones (que no son las últimas) o más confirmaciones; la que lleva una actividad social más eficaz y la que más colabora económicamente con la diócesis.

En cuanto al anonimato, no es ciertamente así. Se empezó utilizando el recurso literario del pseudónimo o nick en internet. Se podía haber hecho outing en cualquier momento, pero la campaña de linchamiento fue tan brutal que decidimos permanecer así, al objeto de evitar cualquier mal. Piense que, a los cuatro meses de salir Germinans en la red, ya se hizo correr por todas las parroquias barcelonesas una carta ‘macarthysta’ en la que se amenazaba a una serie de curas de Barcelona. Esta carta, evidentemente, era anónima.

P- Vuestra labor está siendo perseguida por el arzobispado de Barcelona y de hecho se ha presentado una denuncia contra Germinans, ¿es esto así?

R- Se ha presentado una querella y existe ya un auto de inculpación. Esta resolución ha sido recurrida ante la Audiencia Provincial. Confiamos en que se revoque dado que, según nuestros abogados, el auto no tiene consistencia jurídica alguna.

P- ¿Por qué los medios que cubren la información religiosa en Cataluña silencian en general lo que ocurre?

R- Porque los medios que cubren la información religiosa en Cataluña siempre han estado en manos de la corriente nacional-progresista. Es un caso digno de estudio que solo sucede en Cataluña. Si no eres nacionalista y progresista, no informas de religión. Así de simple. Pregúntele si no a Pablo Ginés por qué se tuvo que trasladar a Madrid. 

P- ¿Cómo definiríais en pocas palabras la situación de la Iglesia en Cataluña en general y en Barcelona en particular?

R- La Iglesia en Cataluña y en Barcelona sufre los problemas que padece Europa occidental (secularización, envejecimiento, falta de compromiso, relativismo, etc), pero a ello hay que añadir que así como casi todos las estructuras eclesiales -desde los tiempos de Juan Pablo II- se han alineado claramente contra el progresismo y han apostado por la ortodoxia, en Cataluña nos han hurtado este proceso, con lo que hay una absoluta distorsión entre la Iglesia en Cataluña oficial y la Iglesia en Cataluña real.

P- Las iglesias están cada vez más vacías y Cataluña encabeza la secularización en España, ¿cómo ha afectado el nacionalismo en la Iglesia local?

R- Ha afectado y afecta en dos vertientes. En primer lugar, porque ese nacionalismo, en el plano eclesial, ha ido unido al progresismo y la mezcla ha sido letal. Por poner un ejemplo, los matrimonios católicos han pasado en tan solo diez años de representar un 66'6% de los celebrados anualmente a un 21'6%. Creo que esos datos no tienen parangón en la Europa occidental. Puede haber un porcentaje más bajo, pero no una caída tan vertiginosa en tan poco tiempo. Pero es que, en segundo lugar, existe un problema más reciente y es que el nacionalismo ahuyenta a la cantera latinoamericana, la cual se pasa con una facilidad pasmosa al protestantismo, por lo cual puede llegar a suceder lo mismo que el pueblo gitano con la Iglesia de Filadelfia.

P- ¿Hay solución a esta situación? ¿Se atisban brotes verdes en Cataluña?

R- Claro que hay solución. Seguir por la dirección que produce frutos y abandonar las rutas estériles. Los brotes verdes han existido siempre, pero estaban ocultos, por temor a ser desprestigiados. Desde Germinans les hemos dado visibilidad y hemos logrado que perdieran el miedo. Por otra parte, por una simple razón biológica cada vez quedan menos progresistas en la Iglesia.

P- El cardenal Sistach cumple 75 años esta primavera, por lo que deberá presentar su dimisión al Papa, ¿qué pronósticos hacéis desde Germinans?

R- Le van a prorrogar el mandato dos años. Y ya nos hemos posicionado en el sentido de que esto no tiene por qué ser una mala noticia, si durante estos dos años se empiezan a renovar los cargos diocesanos y se jubila a toda una serie de sacerdotes mayores que el propio Sistach. Si ese fuese el fruto de la prórroga, ésta sería una bendición. También es cierto que no hay un sucesor claro y es preferible encarar bien la sucesión, no cometer nuevos errores y evitar pontificados de transición, que vengan a suponer un nuevo letargo.

P- Insisten ustedes en que Sistach no es especialmente nacionalista ni progresista. Sin embargo, su camarilla sí lo es. ¿Por qué el cardenal se rodea de estos sectores y qué importancia tienen en su toma de decisiones?

R- Porque Sistach llega a Barcelona con una obsesión: que no le sucediera lo mismo que al cardenal Carles, al que se le sublevó el clero nacional-progresista. Y lo consiguió muy fácilmente: a base de cargos.

P- CiU también tiene mucha vinculación con el mandato de Sistach en Barcelona. ¿Por qué esta especie de alianza?

R- Por lo mismo que le he respondido anteriormente, porque su obsesión (y Sistach es un hombre obsesivo) se ha centrado en que no le pasase lo mismo que al cardenal Carles. CiU despreciaba a Carles. El problema que ha tenido Sistach es que le ha surgido la oposición donde menos la esperaba. Él creía que los sectores más ortodoxos eran menos levantiscos y más pastueños y que no le iban a causar ningún problema. Pero surgió Germinans...

P- Saiz Meneses, Novell o Casanova responden a un perfil distinto a sus antecesores y parecen ser el futuro ¿Están logrando frutos concretos en sus Diócesis? ¿Son bien vistos por estos sectores progresistas-nacionalistas y por sus compañeros en el Episcopado?

R- Están logrando evidentes frutos en sus diócesis. Saiz Meneses creó un seminario nuevo y en cinco años ha logrado tener más seminaristas que Barcelona. Novell y Casanova, por ejemplo, acaban de conseguir un éxito inesperado con el congreso de la Nueva Evangelización celebrado en Manresa. El nacional-progresismo aborrece a estos tres prelados. A Meneses desde los tiempos en que fue auxiliar del cardenal Carles; a Casanova desde el día de su toma de posesión en que le montaron una manifestación en contra, y a Novell lo han mirado con recelo, pero cada vez le atacan más duramente.

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