Debido a la celebración del día de la mujer trabajadora, durante esta semana hemos asistido a un auténtico bombardeo de datos: mujeres que ocupan las altas direcciones de las empresas, mujeres que compatibilizan el trabajo con el cuidado de la casa, horarios de conciliación... Todo ello, encaminado a concienciar a la sociedad de la necesidad de derribar los obstáculos con los que aún se encuentran las mujeres trabajadoras en nuestras sociedades.
Este día llega, además, en una semana especialmente convulsa, debido a unas palabras de Alberto Ruiz-Gallardón en el Congreso, referente al aborto. En ellas, el ministro de Justicia señaló a la "violencia estructural" como una de las causas que forzaban a las mujeres a no seguir adelante con su embarazo.
Como suele ocurrir, el PSOE ha encabezado el movimiento de rechazo a estas declaraciones, recurriendo a los tópicos de siempre. Acusó al ministro y al PP en general, de no permitir a las mujeres "elegir libremente", erigiéndose en estandarte de la lucha por los derechos de la mujer.
Pero, de nuevo, parece que el PSOE no aplica en privado los mismos principios que defiende en público. Este miércoles, el blog Elentir, Contando Estrelas se hizo eco de una denuncia de Comisiones Obreras: una ONG feminista había despedido a una mujer al notificar su embarazo, y también a su pareja. La ONG es la Federación de Mujeres Progresistas, la asociación feminista del PSOE, que había criticado duramente las palabras de Gallardón, asegurando que "no es cierto que falte información y apoyo a las mujeres que desean seguir con su embarazo".
La denuncia la ha llevado a cabo el sindicato de enseñanza de CCOO de Almería, y asegura en su web que la ONG "comunicó el despido disciplinario de ambos, que son pareja, tras comunicar Lidia que estaba embarazada y con una baja por maternidad".
El secretario general de enseñanza de CCOO Almería, Antonio Valdivieso, ha criticado duramente la conducta de la Federación de Mujeres Progresistas, asegurando que "este tipo de conducta" es "propia de otro tiempo, por parte de esta ONG sin ánimo de lucro que se declara feminista y cuyas premisas son la defensa de los derechos de las mujeres", y ha cuestionado si "esta organización es realmente merecedora de gestionar recursos públicos".