El director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, ha dicho hoy a Efe que el académico, dibujante y escritor Antonio Mingote, fallecido este martes a los 93 años, era "un hombre completo en todos los aspectos" que trabajó "con una intensidad magnífica".
"Sentimos una enorme tristeza. Era todo un caballero: cortés, trabajador, amabilísimo, un hombre que ha trabajado con una intensidad magnifica tanto en la vida particular como en la academia", ha señalado Blecua. Ha destacado el director de la RAE cómo Mingote, a pesar de su delicado estado de salud, continuó "hasta el último momento" acudiendo a la Academia, de la que formaba parte desde 1987 ocupando el sillón "r" y en la que hoy la puerta está entreabierta y la bandera española ondea a media asta.
Blecua también ha abundado en la prolífica carrera del dibujante y humorista, "desde sus más de 20.000 dibujos en ABC, a sus trabajos sobre la ciencia con el académico José Manuel Sánchez Ron, o su ilustración del Quijote con motivo del 400 aniversario de la publicación de la obra. "Era muy cervantino", ha agregado el director de la RAE, para quien el académico fallecido fue "un humanista total con una enorme sensibilidad".
La bandera de la RAE ondea ya a media asta en memoria del dibujante y la próxima sesión plenaria se suspenderá en señal de duelo, según informa la RAE en un comunicado en el que recuerda la concesión del título de Marqués de Daroca a Mingote por parte del Rey Juan Carlos en diciembre de 2011.
Ansón: "España pierde uno de los nombres verdaderamente grandes del siglo XX"
El periodista y académico de la Lengua Luis María Ansón cree que, con el fallecimiento de Mingote, "España pierde uno de los nombres verdaderamente grandes del siglo XX" y el periódico ABC "su signo máximo de identidad en este momento", ha señalado en declaraciones a Efe.
Para Ansón, Mingote, compañero suyo en la Real Academia Española, era "autor de uno de los diez grandes libros que se publicaron el pasado siglo", en referencia a "Hombre solo", una obra "absolutamente excepcional y que en definitiva le llevó a la Academia", en palabras del periodista.
Ansón equipara este libro de Mingote con otras obras tan destacadas como "La rebelión de las masas" de José Ortega y Gasset, "La agonía del cristianismo" de Miguel de Unamuno, o "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez.
"Tenía la aceptación generalizada de todos sus compañeros y también de toda la profesión periodística", ha declarado acerca de "una bellísima persona, que era incapaz de hacer daño a nadie". Asimismo, ha destacado que Mingote, a quien "jamás" escuchó "una invectiva o una expresión de rencor", era "un hombre que tenía la enorme cualidad de recoger el subconsciente colectivo en una viñeta, que no estaba llena sólo de humor, sino también de ternura".
En este sentido, Ansón considera que esa cualidad "es lo que le ha convertido, con mucha diferencia, en el más grande de todos los viñetistas de periódico" de nuestro país y ha insistido en que "era uno de los nombres verdaderamente grandes que se han producido en la última centuria".
Ansón también ha indicado que Mingote fue "un extraordinario académico, iba todos los jueves a la Academia, donde asistía e intervenía en los plenos, aportando sentido común, gracias a su larga experiencia en el idioma".
García de la Concha: la ideología de Mingote era "la del sentido común"
La ideología de Antonio Mingote era "la del sentido común" y la perspectiva desde la que contemplaba el fluir de la vida española correspondía a "la de una tradición no rancia, sino viva", ha afirmado a Efe el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha.
"Era un hombre cuya bondad serena, espontánea, nada amanerada ni artificial traslucía en todos sus gestos. Se hacía querer incluso por aquellos que podían discrepar ideológicamente de él", ha señalado García de la Concha.
El actual director del Cervantes, también director honorario de la Real Academia Española que dirigió durante 12 años, ha considerado que se ha ido "una persona con múltiples facetas y todas ellas brillantes".
"Era un gran escritor, empecemos por ahí. Se olvida con frecuencia que aunque escribía dibujando, siempre le gustó cuidar su estilo como escritor", ha precisado. A García de la Concha no se le borra de la memoria la imagen de Antonio Mingote siempre "volcado sobre un papel", dibujando en cuanto tenía oportunidad.
Lo hacía, por ejemplo, durante los plenos de la Academia: mientras sus compañeros debatían sobre cuestiones gramaticales y ortográficas, Mingote ilustraba la cuestión a su manera. El director del Cervantes recuerda un día en que se discutía con vehemencia si se debe decir "a esta niña la lastima el zapato" o "le lastima el zapato".
"Al final, (Antonio Mingote) me entregó una caricatura de una niña muy pequeña con un zapato de larguísimo tacón", ha relatado García de la Concha, quien ha sostenido que el fallecido "fue la persona más querida de toda la comunidad académica".
También ha resaltado cómo el académico "fue modificando permanentemente la traza de su dibujo", y que "más allá de la pura forma, ha sido el verdadero cronista de la vida cotidiana de tantos años, reflejando en sus dibujos la intrahistoria de España".
"Es una pérdida muy importante para la RAE, pero sobre todo es una pérdida para España, porque era un gran español", ha concluido el director del Cervantes.