A mi tampoco me molan. Ambas me dan bastante grima.
Rahola: Doctor Jekyll y Mister Hyde.
Yo no desprecio a ninguna, Maruja Torres se cultiva un cierto encanallamiento resentido, como de ex musa de la gauche divine (yo creo que nunca lo fue, pero ella quizás si) y no me gusta. De Pilar Rahola conozco menos, se que es separatista catalana y eso me desagrada, tampoco la desprecio.
Ahora, que defienda a una gente injustamente atacada de manera recurrente por los que miran para otro lado en los desafueros de dictadores diversos e integrismos islámicos me parece loable, no me ha parecido nunca que esté a sueldo de nadie. Lo que ocurre es que lo de los judíos es de traca, todo vale contra ellos, antes era la ultraderecha y ahora la ultraizquierda. Que son gente normal. hombre. Y el único pais democrático geográficamente desde Chipre hasta......... ni se sabe.
Y dale gracias a Maruja por no haber dicho que le haces un flaco servicio a la mujer pensando como piensas, Pilar.
Lo que es absolutamente esencial no es posible lograrlo por medio de una ideología
Creo que esto, desde el punto de vista histórico y de los hechos, es muy obvio
Lo que está pasando en el mundo muestra la división y el conflicto que crean las ideologías
Si usted conoce y se adhiere a una ideología por superior, grande y noble que crea que es, se incapacita para la cooperación
Quizás esa ideología pueda dar lugar a una destructiva tiranía de la derecha o de la izquierda, más no es posible que pueda traer la cooperación
En este juego de opuestos nada se saca en claro: antiisrrealismo es lo mismo que isrealismo: uno no existe sin el otro
Y lo mismo podemos ver entre palestinismo e israelismo: uno necesita del otro para matarse
Necesitamos y estos pueblos necesitan (todos los pueblos necesitamos) ver las cosas de otro modo.
En una escalada de violencias, como está ocurriendo en Siria, todos acabaremos muertos: no hay otra salida a esta locura
Desprecio a ambas féminas, no por mujeres, ni mucho menos por inteligentes, que sin duda ambas lo son —cualidad que admiro—, sino por su soberbia, arrogancia y porque desde su perversidad están continuamente dando lecciones.
Las dos son sicarios del mejor postor, tergiversadoras de la verdad, judas a sueldo: las dos se conocen muy bien.
Al igual que Dumont y, supongo, muchos otros contertulios, yo reservo mi desprecio para los maltratadores, para los terroristas, para los torturadores, etc. Despreciar a otras personas por sus opiniones, publicadas o no, es un signo claro de violencia estalinista y/o fascista que, estoy seguro, muchos contertulios no aprueban.
En cuanto a ambas periodistas, la verdad es que en el caso de Rahola debo esforzarme en vencer una cierta predisposición negativa por todo lo que significa el nacionalismo cerril de cualquier tipo (incluyendo el españolista, aunque en este caso se trate del casposo nacionalismo catalán y anti-españolista.). Maruja Torres puede ofrecer, al margen de sus opiniones políticas, una biografía larga y repleta de testimonios personales de coherencia ideológica, algo siempre a respetar y ponderar.
No es, para mí, en modo alguno una "persona perversa", una "judas a sueldo", ni nada por el estilo. Como no lo es, por ejemplo, Don Federico por opinar y difundir una ideología radicalmente opuesta a la anterior.
En resumen: un rifirafe menor entre profesionales del periodismo más o menos televisivo, como por otra parte suele ser habitual entre los círculos de los profesionales de las tertulias, sean estas de derecha, de izaquierda o mediopensionsitas.
Un saludo.