La reforma financiera es el tema estrella de las portadas de la prensa este sábado. Así el ABC en su editorial habla de "saneamiento, confianza y crédito" e indica que "hasta ahora, todo el dinero se quedaba en la compra de deuda pública o en la dotación de provisiones. Tras la nueva terapia de choque, deben llegar la confianza y el crédito". Como consecuencia de los anuncios realizados por el Gobierno el diario de Vocento asegura que "cabe esperar que los precios de las viviendas bajen y se reactive por fin el mercado" puesto que el plan deja corto "el más exigente de los requerimientos de la UE".
Además, los "indignados" vuelven a copar titulares un año después de su nacimiento. Tomás Cuesta se pone melancólico: "cómo pasa el tiempo. Parece que fue ayer, y hace ya un año". Por ello, explica a propios y extraños que "entonces les salió tan bien que nada tiene de extraño que quieran ahora repetirlo". Pero claro, mira el lado positivo y vuelve a cuestionarse: "¿cuántos indignados varones no conocerían allí a la indignada de su vida?". Así que entiende que estos días puedan ser muchos lo que "acudan a Sol empujando el carrito de un bebito indignadito".
Por su parte, La Razón también habla de la reforma del Gobierno y abre su portada titulando que "el Gobierno limpia el ladrillo de la banca" y en su editorial aprovecha para repartir más mandobles a Zapatero y sus chicos. "El Gobierno socialista se cruzó de brazos mientras Europa tapaba las brechas financieras", dice. Y añade más y más: "la política miope de un Gobierno socialista que, amparado en un obsequioso regulador, negaba la crisis y se permitía el lujo de presumir ante el resto de un mundo que se afanaba en hacer los deberes, ha tenido las consecuencias desastrosas que hoy todos padecemos". Pues nada, ahí queda eso.
Por otro lado, el diario de Planeta apela al patriotismo en varios frentes. Ante la posibilidad de que los deportistas españoles acudan a los Juegos Olímpicos con una vestimenta cuando menos estrafalaria, La Razón intenta enmendar la plana e informa que "la moda española propone su alternativa al polémico uniforme ruso para las olimpiadas". Y en la foto pues sí que parece otra cosa. Más digna, al menos. Y en estas aparece Ussía, que habla de "la mona de Gibraltar". El escritor es partidario de "recordar a los británicos que España tiene la llave del futuro de Gibraltar, que depende de la conocida verja".
Mientras tanto, El Mundo titula de manera más contundente que sus compañeros: "La dureza del Gobierno pone a la banca contra las cuerdas" y en el editorial destaca como el Ejecutivo "aprieta a los bancos". De este modo, el diario de Pedro J. indica que "hay que confiar que las medidas del Gobierno surtan efecto y devuelvan la confianza en nuestro sistema financiero, que probablemente está mejor de lo que creen los mercados pero que ciertamente necesita recuperar una credibilidad que ha perdido por los titubeos y la lentitud de las reformas".
Lucía Méndez dice no estar muy contenta con la actuación del Gobierno en Bankia, "una gestión manifiestamente mejorable", y añade que "lo que me da más miedo es que un Gobierno sea capaz de echar a las garras de los mercados a un banco tan importante durante tres días para que lo despedacen. Sin despeinarse y sin explicarlo".
El País opta por otro titular: "La purga del ladrillo castiga a la banca". En su editorial, "un avance con límites", asegura que "la reforma financiera eleva las provisiones pero deja sin capitalizar las inmobiliarias ‘malas’".
Por último, La Gaceta asegura que "la ‘reforma De Guindos’ saneará la Banca antes de fin de año". El diario de Intereconomía se felicita con esta iniciativa y afirma que "las dudas sobre nuestro sistema financiero deberían quedar en buena medida acotadas".
Además, en su portada aparece que el PP ha nombrado Felipe González hijo predilecto de Sevilla. Lo que no hizo su partido lo hace el partido contra el que se enfrentaba. El motivo: su "trayectoria vital".