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La hipocresía del "feminista" PSOE

Por segunda vez en pocas semanas, el PSOE es acusado de machista, un argumento utilizado con profusión en la pasada legislatura.

La salida de tono de Emilio de Llera, admirándose de que Mercedes Alaya, que trabaja tanto, "siga tan guapa" como respuesta a la nueva queja de la juez que investiga los ERE, se suma en pocos días a la polémica en torno a José Martínez Olmos. El diputado socialista se vio envuelto en una bronca en el Congreso cuando Celia Villalobos le reprochó, por "machistas", sus palabras sobre la labor de la ministra Ana Mato.

En el caso de Llera, el silencio del PSOE es sepulcral. Quizás se deba al largo historial de ataques de los socialistas a los populares por frases muy similares a la suya: a la mínima, el partido en el poder salía en defensa de las ministras de su gobierno paritario achacando las críticas al "machismo" del PP y no toleraban la más mínima alusión a su físico por el mismo motivo. Estos son algunos ejemplos.

Durante su intervención en el acto que cierra la campaña del PSOE para las elecciones al Parlamento Europeo, Leire Pajín trató de movilizar el voto socialista asegurando que ese domingo iban a ir a votar los "especuladores" y los "machistas".

En este mismo nivel destacó también la reacción en bloque del PSOE a las palabras de Javier León de la Riva, alcalde del PP de Valladolid por unas palabras despectivas sobre la exsecretaria general por las que pidió disculpas. Mientras pedían explicaciones por sus machistas palabras, algunos líderes socialistas, como José Blanco, llegaron a bromear con la sexualidad de los líderes populares, y en el Gobierno utilizaron la munición servida en bandeja por De la Riva hasta su agotamiento.

Durante los intercambios en el Congreso, la entonces portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría tuvo que ver en ocasiones cómo Rubalcaba contestaba a sus preguntas dirigiéndose a Rajoy, no a ella, sin que los populares atacaran por ello a los socialistas. Algo que sí había ocurrido en otras ocasiones en sentido inverso.

Las acusaciones de misoginia a los populares eran habituales entre los socialistas. Trinidad Jiménez, entonces ministra de Exteriores, tachó en cierta ocasión las críticas del PP a Carme Chacón por retirar las tropas de Kosovo como expresiones de "machismo".

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