La etapa de gobierno de Javier Arenas en el Partido Popular andaluz dio como resultado un reforzamiento del poder de la presidencia regional y una limitación real al poder de los presidentes provinciales y alcaldes. Por una parte, su propensión al "centrismo" le exigió controlar los procesos ideológicos internos de modo que el PP andaluz fuera cada vez más moderado y abierto.
Por otro, la tendencia centrífuga de las taifas provinciales, muy acentuadas tanto en el PP como en el PSOE, exigía la fuerte actividad de la Presidencia como elemento de unión y comunicación del partido a nivel regional. Esa estrategia de poder interno consolidó al PP andaluz y le hizo ganar las elecciones del pasado mes de marzo. Juan Ignacio Zoido parece apostar por otro modelo limitando el poder de su propìa presidencia y concediendo papeles más relevantes a los mandatarios provinciales.
Como afirma la propia nota del PP se trata de apoyarse más en los representantes municipales. En la Ponencia de Reglamento de Organización, que los populares debatirán en el próximo XIII Congreso Regional, se han introducido "modificaciones que tienen como objetivo simplificar la estructura de dirección de partido, manteniéndose el nivel de participación alcanzado en el conjunto de la ocho provincias andaluzas", y destacó el "papel" que el nuevo texto otorga a los presidentes provinciales, presidentes de las diputaciones, así como "a los alcaldes de las ciudades en las que gobierna" la formación.
Respecto a la nueva estructura, el Comité de Presidentes Provinciales, que pasará a denominarse Comité Territorial, se reunirá una vez al mes y la presidencia será rotatoria y la ocupará "cada uno de los presidentes provinciales". Por su parte, el Consejo de Alcaldes se mantendrá, mientras que se creará el Comité de Gobiernos Locales para "la actuación conjunta de alcaldes y presidentes de diputaciones provinciales".
Además, al organigrama del Comité de Dirección, se le añaden las siguientes figuras: presidente del Comité Territorial, presidente de la Interparlamentaria, presidente de la Intermunicipal, presidente del Comité de Gobiernos Locales, presidente del Consejo de Alcaldes y delegado/a del Gobierno de la Nación.
Es la segunda señal importante de que el camino de Zoido tiene una ruta propia. La primera señal fue la designación de José Luis Sanz al frente de la secretaría general, a pesar de conocerse el distanciamiento personal existente entre éste y el antiguo secretario general, Antonio Sanz, el hombre fuerte de Arenas desde hace quince años. Recuérdese asimismo que Zoido fue durante una corta etapa secretario general del PP andaluz desplazando al propio Antonio Sanz, que luego volvió al cargo por decisión de Javier Arenas cuando aquel fue designado candidato a la alcaldía de Sevilla.
Ahora, Zoido ha suprimido las vicepresidencias, la vicesecretaría general y la portavocía. En la interpretación de El País, Zoido rompe con la tónica que ha imperado en los últimos años de abarrotar de cargos la cúpula del partido para contentar a todos y, de paso, restarle importancia a estos puestos. Ahora, Zoido elimina la vicesecretaría general que desempeña un íntimo amigo de Arenas, Ricardo Tarno, y la portavocía ejercida por la almeriense Rosario Soto, nombrada hace dos años por el propio Arenas.
Deberá resolver, pues, las consecuencias de las tendencias centrífugas de la nueva estructura. Curiosamente, en el momento en que el adversario político, el PSOE andaluz, desanda el camino taifal de cuotas de poder provinciales que han terminado restando unidad a la organización, el PP parece querer recorrer dicho camino con una diferencia: en el PP, la autonomía personal y política de los alcaldes y cargos provinciales siempre fue mucho mayor que en el PSOE.
Puede ver la nueva ponencia de organización del XIII congreso del PP en este apartado.