La caravana CrossRoads España, de Derecho a Vivir, ha denunciado insultos y amenazas a dos de sus miembros vertidas por trabajadores de Greenpeace, tras celebrar este miércoles un acto en León contra el aborto. El episodio acabó con la interposición de una denuncia ante la Policía Local.
En un comunicado, esta plataforma provida adjunta la denuncia policial y una carta dirigida al director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, al que le comunica los hechos y pide que expulse a los supuestos agresores de la ONG porque, de lo contrario, extenderán la denuncia a la organización y sus responsables.
"Ayer (jueves) mientras regresábamos de un encuentro con el Obispo de León y la celebración de la Santa Misa un grupo de personas que portaban los chalecos verdes con el anagrama de Greenpeace, sin mediar palabra, comenzó a escupir a los peregrinos, profiriéndoles graves insultos y espetándoles frases como 'Viva el aborto' o 'Soy promuerte'", argumentan en la misiva dirigida a Rodríguez. Según informa el colectivo en la página web, alguno llegó a llamarles "hijos de puta" y "cabrones" y a pasarse la mano por el cuello.
La caravana CrossRoads España salió de Barcelona el pasado 9 de julio y tiene previsto finalizar su recorrido la próxima semana en Santiago de Compostela. Durante estos días está recorriendo diversas ciudades españolas con el objetivo de "defender el derecho a la vida, desde su concepción hasta la muerte natural". Según el colectivo, no han sufrido apenas incidentes en su recorrido a excepción de los sucedido en León.
Mientras, ante la denuncia, la directora de Campañas de Greenpeace, María José Caballero, ha expresado su "sorpresa" por la denuncia y ha afirmado que "la provocación vino por el otro lado".
Según Caballero, la denuncia "no está fundada en hechos reales" y ha añadido que los miembros de Greenpeace en León "comparten los valores de pacifismo y respeto a la diversidad de ideas que han caracterizado a esta ONG durante 40 años". Su versión de los hechos, ha apuntado, es "completamente diferente".
Sobre la amenaza de Derecho a Vivir de ampliar la denuncia a la ONG y sus responsables si no expulsa a sus trabajadores de León, la directora de Campañas de Greenpeace ha afirmado que atenderán el proceso legal. No obstante, ha insistido en que "no entiende la motivación de este conflicto" y que está "totalmente en desacuerdo" con los hechos que se denuncian.