Si la decisión hubiese dependido del Sr. Rajoy, se hubiera podrido como de costumbre y se lo habría estado pensando hasta después del año 3.000. Claro que con sus reflejos, las tortugas parecen el Capitán Centella.
Por cierto: a alguno nos gustaría saber qué pasó con aquellos huelguistas del metro de Madrid, que incumplieron los servios mínimos. ¿Alguien sabe algo o quedó en los de siempre?
Creo que este Señor se ha visto superado por todo lo que le ha ocurrido desde el encuentro con A. Puerta. Fisicamente es admirable su recuperación pero creo que el daño sufrido ha sido mayor por dentro que por fuera.
A ver si se recupera la decencia política y damos ejemplo de saber estar. Un personaje público de este calibre NO TIENE DERECHO a dañar la imagen de la institución u organismo al que representa, y por lo tanto, la única salida que tiene es dimitir, si no lo hace demuestra falta de vergüenza y queda automáticamente desacreditado de por vida.
Estamos demasiado acostumbrados a que los políticos hagan lo que les sale de los… aparatos genitales y no asuman responsabilidades cuando la… lían, y así nos va, un Gobierno lleno de ladrones, estafadores y pelagatos, que habiendo hundido en la miseria al país encima se atreven a decir que esto va bien.
Por muy avanzada que creamos que está nuestra sociedad, en realidad no estamos muy lejos de la Edad Media, donde el señor feudal estaba por encima del bien y del mal y tenía poder absoluto sobre sus vasallos. Ahora tenemos a los dirigentes políticos que nos hacen carantoñas mientras dan por… saco.
Sea quien sea, cualquier persona debe cumplir las leyes a rajatabla, si a mí me multan por circular a más velocidad de la permitida, a los demás también; si a mi me sancionan por conducir con un determinado grado de alcohol en sangre, porque pongo en peligro mi vida y la de otras personas, los demás tambien. Nadie debe estar exento de cumplir las normas, y sin embargo hay excepciones e inmunidades, es decir: feudalismo.
Tal vez la Aído podría trabajar para que todos los españoles seamos realmente IGUALES ANTE LA LEY.