(Libertad Digital) ABC dedica su asunto principal de portada, siete páginas, una viñeta cómica, un editorial y sendas columnas de Ignacio Camacho y Edurne Uriarte a su revelación de este viernes. Destaca que es una "manifestación de esa corrección política que parece obligada a devaluar los rasgos de las grandes naciones", a la vez que señala a la apertura "de un intenso debate social y político en todos los rincones de España", como titula en su página 10. En portada, pone de relieve al protagonista, su autor, Paulino Cubero, "un manchego de 52 años que se define como un perdedor".
En el apartado de reacciones, el diario de Vocento hace hincapié en las posturas opuestas a la iniciativa de los nacionalistas y los desacuerdos entre los deportistas, unos que lo ven bien y otros, como el motociclista Álvaro Bautista, que no lo ven necesario: "Tener una letra es lo de menos", un sentimiento muy generalizado entre el resto de reacciones. Asimismo, recuerda las letras que antes habían realizado Eduardo Marquina y José María Pemán.
El Mundo recoge el rechazo de los políticos a la iniciativa: "La letra del himno del COE no logra el apoyo de ninguno de los partidos", revela en portada. Más contundente es todavía el titular del editorial de su tercera: "Un bodrio nacional". Su "literalidad y semántica invitan más a la hilaridad o al bochorno que a cualquier forma de identificación personal o colectiva" o "resulta ñoña y burda en su forma, añeja y artifiosa en su contenido, rancia y lejana en sus connotaciones, y un atentados estético en su conjunto" son algunas de las perlas que el diario de Pedro J. Ramírez le dedica a la iniciativa. Descarga la culpa del autor y se la carga a los promotores –"otra vez queda claro que la SGAE resulta mucho más efectiva como lobby económico que como plataforma de creadores"- y al jurado –"su labor no ha hecho sino frivolizar una cuestión de tal envergadura que merecería haberse tratado como un asunto de Estado"-.
"La letra del himno no suscita la adhesión de ningún partido y sí el rechazo de casi todos", titula en su interior El Mundo. Luis Antonio de Villena lo califica como "Un himno chiquitín" y Santos Sanz Villanueva habla de "Dudosísima originalidad".
La Razón, que no lleva el tema en portada, dedica un editorial que incide en dos ideas: los precursores de la iniciativa, la SGAE –"una sociedad privada que recauda derechos de autor"- y el COE –"instancia muy honorable pero que de ningún modo tiene entre sus competencias las olimpiadas literarias para himnos nacionales ni Operación Triunfo"-; y su uso hasta que sea aprobado: "Por respeto a la institución, deberían abstenerse de promocionar un texto que, dicho sea de paso, es manifiestamente mejorable".
Titula la información, colocada en una discreta página 18, así: "Políticos, deportistas y artistas entonan el no a la letra del himno". Recoge que sólo un miembro del PP ha admitido que no le parecen mal las estrofas –el secretario general del grupo parlamentario popular, Jorge Fernández Díaz-. Además, el diario que dirige José Alejandro Vara, destaca la indiferencia de los nacionalistas ante este tema. Apoya su información con un artículo de fondo firmado por Gonzalo Alonso, quien se pregunta si era necesario hacer un texto para la Marcha Real. "Quizá porque conviene desviar la atención de tanto problema, a alguien se le ocurrió retomar la idea de escribir una nueva letra para el Himno Nacional", apunta Alonso.