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Borrell replica a Sarkozy que el "efecto llamada" no lo provocan las regularizaciones sino "la oferta de trabajo ilegal"

El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, dijo este jueves que la causa del denominado "efecto llamada" no lo provocan las regularizaciones de inmigrantes, sino "la oferta de trabajo ilegal". Borrell salía así en defensa de Zapatero después de que el ministro de Interior francés, Nicolás Sarkozy, reprochara de nuevo al Gobierno la regularización masiva de Caldera al recordar que un país de la UE no puede regularizar inmigrantes "sin pedir la opinión" de los demás. Al mismo tiempo, llegaba a Canarias un cayuco con más de cien inmigrantes.

El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, dijo este jueves que la causa del denominado "efecto llamada" no lo provocan las regularizaciones de inmigrantes, sino "la oferta de trabajo ilegal". Borrell salía así en defensa de Zapatero después de que el ministro de Interior francés, Nicolás Sarkozy, reprochara de nuevo al Gobierno la regularización masiva de Caldera al recordar que un país de la UE no puede regularizar inmigrantes "sin pedir la opinión" de los demás. Al mismo tiempo, llegaba a Canarias un cayuco con más de cien inmigrantes.
L D (Agencias) En rueda de prensa después de dirigirse a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en el Consejo Europeo, Borrell afirmó que hay que "combatir la inmigración ilegal combatiendo la oferta de trabajo ilegal". Añadió que "no habría inmigrantes ilegales si no hubiese una oferta de trabajo ilegal". "El efecto llamada no son las regularizaciones, es la oferta de trabajo ilegal que moviliza a ciudadanos y les hace correr riesgos a través de mafias que hoy tienen una cifra de negocios superior a la del tráfico de drogas", dijo.
 
Éste fue el mensaje principal en materia de inmigración que Borrell lanzó a los líderes europeos a los que, dijo, "en (la cumbre informal de) Latí ya les había dicho todo lo que les podía decir", entre lo que subrayó que "hay que abandonar la unanimidad" para que los Estados miembros lleguen a acuerdos en este ámbito por mayoría cualificada, y "reforzar Frontex".
 
Horas antes, el ministro del Interior de Francia insistía en que un país de la UE no puede autorizar la regularización de inmigrantes sin "pedir la opinión" de los demás Estados miembros, entre los que existe libre movimiento de personas. "A partir del momento en que creamos (el espacio de) Schengen (que eliminó las fronteras internas de la UE), no podemos tener regularizaciones en un país sin pedir la opinión de otros", dijo Sarkozy después de participar en la reunión de líderes del Partido Popular Europeo (PPE), que se dieron cita en las cercanías de Bruselas horas antes del inicio del Consejo Europeo.
 
Estimó que esta misma consideración debería tenerse en cuenta en otros aspectos también relativos a los ciudadanos de países terceros, como "el estatuto del refugiado político".
 
La inmigración será uno de los puntos de discusión por parte de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y, en términos generales, el ministro francés de Interior consideró que "las cosas progresan enormemente", puesto que, dijo, "todos entienden que hace falta una política de inmigración común".

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