L D (Agencias) Aznar se ha referido al anuncio de la boda entre el heredero de la Corona española y la periodista Letizia Ortiz en la conferencia de prensa que ha ofrecido en Berlín junto al canciller alemán, Gerhard Schroeder, quien también ha felicitado al Príncipe y a su prometida, de la que dijo que "es muy bella".
El presidente del Gobierno ha añadido que la decisión de Don Felipe es "muy importante y muy trascendente", porque la Monarquía "simboliza la unión entre todos los españoles y la garantía de la continuidad histórica del país". "Les deseo toda la felicidad personal, y estoy seguro que el acierto en la decisión del Príncipe será determinante para que se siga produciendo la función de la Corona en España".
Preguntado por la posibilidad de abordar una reforma constitucional para garantizar una igualdad de sexos en la línea sucesoria, Aznar ha respondido que no se va a entrar en esa cuestión por ahora porque es "muy delicada". Ha añadido que para hablar sobre este tema hay que "meditar muy profundamente", con independencia de lo que significa el principio de igualdad. "Y, desde luego, no va a ser tratada en esta legislatura", ha precisado Aznar, quien ha insistido en que a esos asuntos hay que "darles tiempo antes de hacer cualquier propuesta de acción positiva, dispositiva o reformadora de la Constitución".
Preguntado por la posibilidad de abordar una reforma constitucional para garantizar una igualdad de sexos en la línea sucesoria, Aznar ha respondido que no se va a entrar en esa cuestión por ahora porque es "muy delicada". Ha añadido que para hablar sobre este tema hay que "meditar muy profundamente", con independencia de lo que significa el principio de igualdad. "Y, desde luego, no va a ser tratada en esta legislatura", ha precisado Aznar, quien ha insistido en que a esos asuntos hay que "darles tiempo antes de hacer cualquier propuesta de acción positiva, dispositiva o reformadora de la Constitución".
De Parga cree que no es necesario
De igual modo ha opinado el presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, que ha manifestado que no ve "ningún motivo especial" para acometer dicha reforma en un futuro. Jiménez de Parga se mostró partidario de ir adaptando la Carta Magna a las circunstancias sociales de cada momento, lo que, a su juicio, ha hecho Don Felipe escogiendo a Letizia Ortiz como esposa. "Se ha demostrado que sin reformar el artículo 57 se ha tomado esta decisión, que supone para algunos un cambio muy profundo en la manera de ser y en las costumbres", señaló.
"Hemos visto una prueba de que no es necesario ir modificando todos los días la letra de la Constitución, sino que basta con adaptarla a las nuevas exigencias sociales y, en consecuencia, esa norma constitucional que dice que se elegirá libremente salvo que se opusieran las Cortes, se ha quedado ahí como una norma que se interpreta con un sentido moderno, actual y que ha recibido la bendición entusiasta de la mayoría de los españoles", dijo. En su opinión, la decisión del Príncipe Felipe de escoger a Letizia Ortiz como esposa y futura Reina de España ha sido "muy inteligente". "Nuestra Monarquía ha demostrado más sentido popular que lo que es propio en ella y, superando barreras que antes eran insuperables en las decisiones de los herederos de la Corona, se ha elegido a la persona a la cual se amaba y que formaba parte de la mayoría de los españoles", señaló.
Por su parte, Miquel Roca, uno de los "padres" de la Constitución, se mostró "convencido" de que será "la propia Corona" la que plantee en su momento la reforma del texto constitucional sobre la línea sucesoria de la Monarquía. Roca señaló que el artículo de la Constitución que establece la prevalencia de los varones en la sucesión al trono "en un momento u otro deberá ser reformado", aunque precisó que éste "no es un tema urgente".
Una reforma complicada
El artículo 57 de la Constitución dice que la sucesión en el trono "seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos".
El artículo 57 de la Constitución dice que la sucesión en el trono "seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos".
Para reformar este artículo de la Constitución se necesitaría la aprobación de una mayoría de dos tercios, tanto en el Congreso como en el Senado. Una vez conseguida esta aprobación, habría que disolver ambas Cámaras y que las nuevas que se constituyeran volvieran a aprobar la reforma, también por una mayoría de dos tercios. Después, habría que celebrar un referéndum que consintiera la reforma de la Constitución.
