L D (EFE) Durante un discurso en la sesión plenaria del Senado, Gregg dijo que, en las próximas tres o cuatro semanas, el Gobierno del presidente George W. Bush solicitará una tercera partida de fondos para la reconstrucción de las zonas destruidas por el desastre natural. "Sabemos que vamos a recibir otra solicitud de gastos suplementarios, probablemente en cuestión de tres o cuatro semanas, por un total de 50.000 millones de dólares", dijo Gregg, republicano por el estado de Nuevo Hampshire.
El Congreso de Estados Unidos aprobó inicialmente 10.500 millones de dólares para las operaciones de rescate en la zona devastada por Katrina, principalmente en los estados de Luisiana, Misisipi y Alabama. La semana pasada, ambas cámaras del Congreso aprobaron una segunda partida por 51.800 millones de dólares, la mayoría de fondos también destinada a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA).
Gregg se ha sumado a los legisladores del Congreso que piden agilizar la ayuda y los esfuerzos para la reconstrucción del sureste del país que, según los expertos y el propio Gobierno, llevará varios años. Aunque sin ofrecer detalles, el anuncio de Gregg se produjo el mismo día en que el director de FEMA, Michael Brown, anunció su dimisión, ante el incesante flujo de críticas sobre la gestión de la ayuda para la crisis humanitaria en la zona del Golfo de México. Brown será sustituido en el cargo por David Paulison, originario de Florida y que cuenta con treinta años de experiencia en el Cuerpo de Bomberos y en FEMA. El viernes pasado, Brown ya había sido sustituido por el vicealmirante de la Guardia Costera, Thad Allen.
La destitución de Brown se veía venir por el creciente aluvión de críticas de quienes le apuntaban directamente como principal responsable de la lentitud con la que el Gobierno de Bush reaccionó ante el desastre dejado por el huracán Katrina y por su falta de experiencia para la labor que se le había asignado.