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El Gobierno de Montilla se suma a las presiones contra Air Berlin con una "protesta formal"

El Gobierno de Montilla ha decidido quejarse "formalmente" por el artículo del director general de Air Berlin en el que lamentaba las presiones para utilizar el catalán en los vuelos. Mediante una carta, acusa al autor del artículo, Joachim Hunold, de "menospreciar" el catalán e incluye una velada amenaza a la compañía: "Prescindir de este mercado potencial parece un poco contradictorio en una empresa donde los resultados económicos deberían pasar por delante de posicionamientos ideológicos".

El Gobierno de Montilla ha decidido quejarse "formalmente" por el artículo del director general de Air Berlin en el que lamentaba las presiones para utilizar el catalán en los vuelos. Mediante una carta, acusa al autor del artículo, Joachim Hunold, de "menospreciar" el catalán e incluye una velada amenaza a la compañía: "Prescindir de este mercado potencial parece un poco contradictorio en una empresa donde los resultados económicos deberían pasar por delante de posicionamientos ideológicos".
L D (EFE) El delegado de la Generalidad de Cataluña en Alemania, Martí Estruch ha pedido a Joachim Hunold respeto por la lengua y la cultura catalana y ha recalcado que menospreciar esta lengua es menospreciar a sus hablantes, "muchos de los cuales sufrieron la represión y fueron encarcelados sólo por hablarla o defenderla".

El delegado en Alemania afirma que el catalán es una "lengua milenaria" con una importante presencia literaria y cultural "como se pudo comprobar en la última Feria del Libro de Frankfurt", y que precisamente Alemania es uno de los Estados europeos en donde esta lengua tiene más acogida, con una veintena de lectores de catalán repartidos por las universidades del país.
Multinacionales "sensibles"

Tras reconocer que las empresas privadas pueden ejercer la política lingüística que quieran, "siempre que se ajuste a derecho", Estruch ha subrayado que "está demostrado" que las "multinacionales sensibles" a la diversidad lingüística tienen siempre mucho más a ganar que a perder, y ha recordado el caso de Microsoft en Cataluña.

"Prescindir de este mercado potencial o menospreciarlo con editoriales como el que ha escrito, parece un poco contradictorio en una empresa donde los resultados económicos deberían pasar por delante de posicionamientos ideológicos", afirma Estruch.

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